Las empresas turísticas avisan de quiebras en junio si no hay ayudas de la SEPI
Afirman que se han paralizado los rescates tras el «caso Plus Ultra»
Un buen puñado de empresas del sector turístico están en el tiempo de descuento. Si no reciben de forma urgente el dinero que han solicitado al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas golpeadas por el coronavirus que gestiona la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), se enfrentarán casi con total seguridad a la quiebra el próximo mes de junio, en pleno arranque de la temporada alta de verano. Y, para su desesperación, lo peor es que no saben en que fase de tramitación se encuentran sus solicitudes.
Las compañías consultadas por LA RAZÓN aseguran que, ahora mismo, las ayudas se han paralizado. Desde que saltó la polémica por la ayuda de 53 millones prestada a la aerolínea Plus Ultra «los criterios para acceder a las ayudas se han endurecido. Cada semana se pide algo nuevo. Y donde antes se solicitaba un informe, ahora son diez», aseguran. Todo, lamentan, se ha ralentizado. Hasta el punto de que, como recuerdan, el Gobierno no ha dado luz verde a ningún nuevo rescate desde marzo. «Resulta paradójico que un fondo de ayuda de emergencia lleve dos meses sin otorgar ayudas», dicen irónicamente estas fuentes.
Lo que está ocurriendo, advierten estas fuentes, pone en serio riesgo la viabilidad de algunas de estas empresas. «Estamos tiesos de caja porque llevamos desde marzo de 2020 sin ingresar y con gastos. Hemos consumido todos los crédito, incluidos los ICO, y estamos aguantando a pulmón. Si no llega la ayuda, habrá un aluvión de quiebras en junio», según describen.
El listado de empresas turísticas que han recurrido a la SEPI es amplio. Las hay de todos los tamaños y la magnitud de los rescates solicitados varía mucho. Desde los 300 millones que ha pedido la cadena hotelera Hotusa, hasta los 25 millones de la agencia de viajes Pangea, pasando por Wamos (75 millones), Nautalia (75 millones), Hesperia (55 millones), Room Mate (52), Selenta y Hoteles Playa Senator (50 cada una) o Grupo Julià (37).
Casi todos necesitan la ayuda como el comer tras el aciago 2020 que vivieron. Y desde la SEPI aseguran que el grifo se volverá a abrir en breve. Aunque, según añaden, en realidad, nunca se ha cerrado porque la tramitación de las peticiones de rescate ha seguido un curso normal las últimas semanas. «No hay retrasos, los procesos abiertos siguen su curso, la gestión del fondo sigue tomando como referencia la orden ministerial de julio que lo regula y se trabaja, por tanto, en un clima de absoluta normalidad», resumen desde la SEPI para explicar lo que está sucediendo.
En orden y con rigurosidad
Desde la empresa pública aseguran que los expedientes se siguen analizando en el orden cronológico en el que se recibieron. Como no podía ser de otro modo, añaden, porque otra forma de proceder sería contraria a lo establecido por el fondo. Lo que ocurre, añaden, es que hay rescates más complejos de analizar que llevan más tiempo. En este momento, la SEPI tiene entre manos peticiones de ayuda tan cuantiosas y complejas como la de la siderúrgica Celsa, que ha pedido 700 millones de euros. «La agilidad en la resolución de cada operación la marca su complejidad, por lo que cada caso implica una velocidad diferente, siempre dentro del plazo establecido por la orden que regula el fondo y teniendo en cuenta la fecha en la que la empresa registra su solicitud», explican estas fuentes. En todas las operaciones, añaden, «se equilibra la gestión responsable de los recursos públicos con la diligencia que demanda la coyuntura en la canalización de estos recursos. Hay que tener en cuenta que la implementación de un plan de ayudas que responde a solicitudes de empresas, tiene un periodo de carencia inicial, que lo constituyen los meses en que se han recibido las primeras solicitudes pero aún están en fase de estudio», explican estas fuentes.
Cada ayuda sigue «un procedimiento pautado y riguroso por parte del equipo de SEPI y de asesores externos, garantizando así la máxima imparcialidad en la concesión de ayudas», aseguran. Desde que una empresa solicita ayuda, se abre un procedimiento que incluye el estudio de los requisitos de elegibilidad, análisis de un plan de viabilidad que garantice la devolución de las ayudas y propuesta de resolución que, en el caso de ser favorable, el Consejo Gestor del fondo eleva al Consejo de Ministros.
En cualquier caso, desde la sociedad pública aseguran que de aquí a un mes, se notará una curva de ascenso de operaciones aprobadas.
El sector turístico lamenta que un fondo de «ayuda de emergencia» lleve dos meses sin aprobar una sola operación