LA EVALUACIÓN DE LA GESTIÓN DE COVID-19
EvaluarEvaluar es una acción consustancial con la mejora, el progreso, el avance… Lo que no se evalúa, termina por devaluarse –lo he dicho en numerosas ocasiones– y la Sanidad, lejos de ser la excepción, es una muestra más que representativa de ello.
Ya era así antes de la Covid-19, pero la pandemia ha evidenciado aún más, si cabe, la relevancia de analizar objetiva y pormenorizadamente cada decisión tomada en el sistema sanitario español para corregir errores y potenciar fortalezas. A pesar de ello, la evaluación de la gestión de la crisis generada por el virus SARS-CoV-2 que se está realizando en nuestro país sigue pendiente. La pidieron por partida doble expertos españoles en Salud Pública y Epidemiología en «The Lancet» el verano pasado; la solicitó en forma de comisión de investigación el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso en septiembre de 2020, e incluso el Ministerio de Sanidad se comprometió comprometió en un pleno del Consejo Interterritorial en octubre –también de 2020– a impulsar un análisis independiente de lo acontecido.
Así, y mientras en Francia o Italia sus respectivas fiscalías han impulsado iniciativas para aclarar la acción de sus gobiernos y en Suecia, Dinamarca o Alemania se han formado comisiones de expertos independientes, aquí no ha trascendido avance tangible alguno de una auditoría imparcial que nos permita detectar los fallos cometidos y concretar soluciones de cara a las pandemias que vendrán. Como informó LA RAZÓN, Carolina Darias, ministra de Sanidad, se comprometió el pasado mayo a convocar un Interterritorial extraordinario la próxima semana para, entre otros fines, constituir un comité de evaluación. En mi opinión, y aun cuando se dé cumplimiento a esta promesa, ya iremos con retraso y habremos perdido sin justificación alguna un tiempo de trabajo muy preciado.
Con todo, y ya de hacerlo tarde, espero que se haga bien, es decir, desde el consenso con todas las CC AA y la coordinación con los profesionales sanitarios, con objetividad real –sin sesgos partidistas– y espíritu constructivo. Sólo así la evaluación será útil para evitar que el SNS se devalúe por culpa de la pandemia; sólo así aportará valor real a la mejora, el progreso, el avance de la Sanidad.