Alianzas de la sociedad civil por la sostenibilidad
La COVID-19 ha expuesto la importancia de los pactos públicoprivadas en la búsqueda de soluciones contra el cambio climático
La COVID-19 ha supuesto una oportunidad para visibilizar la necesidad de generar alianzas público-privadas en la búsqueda de soluciones conjuntas, alianzas en las que la sociedad civil tiene un papel esencial. Pero también ha reflejado cómo las personas más vulnerables y excluidas socialmente han visto acrecentada la desigualdad que les afecta. Fortalecer capacidades para que estas personas puedan afrontar mejor la adversidad es a lo que se dedican muchas de las organizaciones que forman parte de Forética, Forética, cuya misión es fomentar la integración de los aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno en la estrategia y gestión de empresas y organizaciones. Otras sin embargo tienen un enfoque marcadamente ambiental en su lucha por frenar no solo el cambio climático sino también la pérdida de biodiversidad que afecta al conjunto del planeta. Pero todas ellas apuestan por contribuir a un desarrollo más justo y más sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico.
La pandemia de la COVID-19 ha impulsado en el corto plazo nuevas formas de colaboración en las que se han visto implicados distintos agentes y organizaciones que han dado respuestas muy ágiles, resilientes y eficaces, con objetivos comunes y obteniendo un impacto sanitario y social formidable, y primando al mismo tiempo la actividad a escala local y nacional. Se ha hecho evidente la necesidad de la digitalización, así como de nuevas formas de trabajar y abordar los problemas.
Es indudable que empresas y sociedad civil han vivido en primera persona la interdependencia con sus grupos de interés, muy especialmente con sus equipos, poniendo de manifiesto la interconexión entre personas, organizaciones y empresas.
Por ello, se hace indispensable una estrategia compartida de salud global junto con la lucha contra el cambio climático, la protección de los ecosistemas y la biodiversidad, la reducción de la desigualdad, la inserción laboral y el acceso a la educación, es decir, la defensa y protección de los Derechos Humanos en su globalidad, sin dejar atrás ninguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible(ODS) de la ONU que deben guiar la transformación de la humanidad hacia la sostenibilidad post pandemia. Las estrategias a desarrollar, en los próximos meses, por empresas y sociedad civil han de estar alineadas con los ODS que ofrecen un gran abanico de oportunidades para superar la crisis sistémica en la que nos encontramos. Incluso cuando se alivien las restricciones impuestas para hacer frente a la pandemia de la COVID-19, el virus seguirá afectando nuestras vidas. Estamos ante lo que el sociólogo y antropólogo Marcel Mauss llamaba un «hecho social total», un fenómeno que pone en juego la totalidad de las dimensiones de lo social. «Pero más allá de lo social podemos, por analogía, estar ante un “hecho de salud total” y un “hecho ambiental total”», señalan desde Forética.
Frente a estos tres hechos son necesarias respuestas globales y colectivas sobre todo cuando se trata de una crisis sanitaria, social y económica que, como ocurre con la climática, no tiene fronteras. Lo que nos aguarde en un futuro próximo, vendrá definido por los cambios que todos los agentes operen en los próximos meses y lo que empecemos a diseñar para aplicar en los próximos años. Sin olvidar que las soluciones que se aporten a esta triple crisis desde el ámbito de la Sostenibilidad han de reducir las desigualdades y reforzar también las acciones necesarias para responder a la crisis climática y de biodiversidad.
Acelerar la colaboración
En los próximos meses, será importante mantener y profundizar en esta aceleración de los procesos de colaboración. En esta ocasión, con el tercer sector como foco. A medio plazo, las entidades sociales han de ser quienes vean reforzada su capacidad y sus estructuras para poder responder a la crisis socio-económica, que empieza a dejar ver sus efectos en la población vulnerable, canalizando y operativizando los instrumentos públicos y privados que se dispongan. La protección de la salud global y su directa relación con la conservación de la naturaleza, la educación, la inserción socio-laboral, la asistencia a colectivos vulnerables (infancia, discapacidad, personas refugiadas…), tanto en España como en terceros países, y una reconstrucción verde de la economía han de ser ámbitos preferenciales para la colaboración y el diálogo entre empresas, administración y entidades sociales.
En los próximos meses y años, será más necesario que nunca que el Sector Público promueva el diálogo y las alianzas con todos los agentes para resolver los retos supranacionales que nos deja la COVID-19 y abordar la construcción de una nueva agenda, apuntan desde Forética. En la transición a un nuevo paradigma en el que deberemos convivir con la COVID-19 es necesario que todas las iniciativas enmarcadas en la Sostenibilidad mantengan elementos comunes para el desarrollo integral de las sociedades y que administraciones públicas, sector privado y tercer sector pongan en el centro de toda la acción el bienestar de las personas, las comunidades y los ecosistemas.