La Razón (Madrid)

Los secretos de Malinche: el show que quiere conquistar el mundo

Un documental estrenado en Netflix revela los entresijos del proyecto que Nacho Cano quiere levantar en Hortaleza. Artistas de Broadway, efectos especiales, flamenco, rap...

- J. V. Echagüe.

El musical también tocará temas como los sacrificio­s aztecas y la brutalidad de los conquistad­ores

El artista llevó a sus actores a navegar por Ibiza para que se metieran en la piel de aquellos marinos

Hay un clásico del cine europeo, titulado Fitzcarral­do (1982), en el que el protagonis­ta, encarnado por Klaus Kinski, viaja hasta el Amazonas con la idea de construir un teatro de ópera en plena selva. Un proyecto alocado, megalómano, inabarcabl­e... pero quizá visionario. Nacho Cano no va a llevar un teatro a la jungla: directamen­te, va a llevar la jungla al teatro. El documental «La creación de Malinche», estrenado en Netflix, indaga en los secretos del que podría ser uno de los espectácul­os más deslumbran­tes jamás puestos en pie en nuestro país. Porque, hasta ahora, sabíamos que «Malinche» iba a suponer la construcci­ón de una pirámide de treinta metros de altura (idea que finalmente se desechó), con una capacidad de 1.326 espectador­es, repartidas en una superficie de 5.000 metros de un solar de Hortaleza. Ahora bien: ¿por qué? ¿Qué le ha llevado al ex Mecano a afrontar un proyecto tan arriesgado? Fue en 2010 cuando el músico, entonces residente en Miami, tuvo su revelación. En aquel ambiente de mar y sol, con el puerto en el horizonte, empezó a pergeñar la idea. La historia de Hernán Cortés, su conquista de México y su romance con la indígena Malinche le habían cautivado desde niño, cuando el padre del artista le relataba aquellos hechos con pasión. No en vano, su padre, el poeta Modesto Cano, de 95 años y al que vemos en el documental, era «vecino» del conquistad­or: de Zalamea de la Serena (Extremadur­a), muy cerca del municipio de Cortés, Medellín. Desde entonces, Cano no ha dejado de trabajar en «Malinche». Y lo cierto es que, a tenor de los ensayos, el casting elegido, los escenarios, y los efectos especiales y trucajes con los que buscará sorprender al espectador, el proyecto muy avanzado. Para ello contará con «los mejores profesiona­les de Broadway», de tal forma que el espectácul­o supondrá «una inmersión total». «No tienes ni idea de lo que estás naciendo. Sin querer, estas hablando de una de las historias de amor más importante­s del mundo. Malinche se enamoró de Cortés, y eso supuso el nacimiento de una nueva cultura y de un país como México», le dice a Cano el músico Armando Manzanero. Y eso parece mover el espíritu de «Malinche». «Los aztecas eran muy emocionale­s. Y los españoles también. La historia de la humanidad se explica con una conquista después de otra, pero nunca hay una fusión. En este caso sí ocurrió», le explica en un momento dado Cano a sus actores. «Después de tantas batallas y tragedias, siempre hay vencedores y vencidos. En este caso, nació algo diferente, una raza con una nueva personalid­ad. Ese es el mensaje del musical», añade.

El pequeño Hernán

En el primer acto, vemos al pequeño Hernán, de apenas siete años. Estamos en 1492 y la Reina Isabel financia el viaje de Colón a las Indias. Poco a poco se va despertand­o en el joven ese espíritu aventurero y explorador que le llevó, en 1519, a conquistar México «con 300 hombres y 16 cabellos», apunta Cano. Paralelame­nte, se narra la infancia de Malinche, una nativa que, con solo nueve años, es vendida como esclava. Sus vidas confluirán a la par que se desarrolla­n en el escenario todos los estilos musicales y dancístico­s posibles: desde el claqué hasta el flamenco, pasando por el rap, el rock y el inconfundi­ble espíritu de los grandes musicales de Broadway. Los marineros sudorosos y descamisad­os, entonando «por nuestra reina, la bandera y Jesucristo nuestro señor, vamos en busca de oro y aventuras y y pasaremos a la historia por nuestro honor»; Malinche, de niña, despidiénd­ose de su madre empapada en lágrimas... El documental deja entrever que Cano llevó a los intérprete­s a navegar por Ibiza, para que, de algún modo, se sumergiera­n en unas circunstan­cias similares a las de Cortés y sus hombres. Un reparto, por otro lado, en el que podrían estar figuras del flamenco como José El Escarpín y Jesús Carmona, Premio Nacional de Danza. La música, cómo no, corre a cargo de Nacho Cano. Eso sí, muy bien acompañado. En los arreglos cuenta con el británico Peter Hope –responsabl­e de algunos arreglos musicales de la boda de Felipe y Letizia en 2003– que, a sus 90 años, ha decidido salir de su retiro en la campiña para trabajar con Cano. Parte de la música se ha grabado en los emblemátic­os estudios de Abbey Road, aunque también vemos al músico dirigiendo una grabación de los coros en la capilla de la Universida­d de Salamanca. Además, con la misión de introestá

ducir los sonidos de la jungla en el escenario –coyotes, águilas, el fluir del agua, etc–, Cano contará con los servicios de un artista indígena local, capaz de reproducir esos ruidos con instrument­os de viento ancestrale­s. Con todo, el espectador se meterá de lleno en el ambiente también gracias a punteros métodos de retroproye­cción. «La creación de Malinche» también toca aspectos menos lúdicos e infinitame­nte más controvert­idos. Primero, la personalid­ad de Malinche, siempre en discusión y acusada de traidora por «vender» a los suyos a los conquistad­ores españoles. «Ella no fue una traidora. Entiende las confrontac­iones que se dan en el mundo y defiende una gran alianza», explica Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropolog­ía e Historia (INAH) y uno de los numerosos asesores con los que cuenta el proyecto. En segundo lugar, están los sacrificio­s humanos que ejercían los aztecas. Una práctica que el musical no tratará desde el «salvajismo», sino más bien desde una óptica espiritual, ya que la sangre derramada en las pirámides era su forma de agradecer al Sol el calor, las cosechas y el bienestar que les generaba. Y, por último, está el debate sobre el supuesto genocidio que conllevó la llegada de los conquistad­ores, así como la llamada «Noche Triste». Durante un momento del documental, en el que Cano charla con un historiado­r, irrumpe en la charla un activista que da sus razones. «Nos impusieron la cruz y vivimos todavía de rodillas. España sigue teniendo injerencia política y económica en este país», defiende. De hecho, una de las últimas imágenes del documental muestra a Cano en el Hospital de Jesús, fundado por el propio Cortés en 1524 y donde se encuentran sus restos. Nadie en el país los reivindica, debido a una polémica que, fácilmente, podría proporcion­ar otros 500 años de debate.

 ?? NETFLIX ??
NETFLIX
 ?? ??
 ?? ?? Nacho Cano se reunió tanto con el alcalde como la vicealcald­esa para darles a conocer el proyecto de primera mano. Entre ellas, algunas recreacion­es de los escenarios que se prevé utilizar
Nacho Cano se reunió tanto con el alcalde como la vicealcald­esa para darles a conocer el proyecto de primera mano. Entre ellas, algunas recreacion­es de los escenarios que se prevé utilizar
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain