«De un escenario sales siendo una buena actriz o no, es la prueba contundente»
Sobre las tablas. Después de tres años, la actriz vuelve al Teatro Lara con «El Mensaje», una comedia de alto impacto con la que asegura que sacudirá la conciencia de los espectadores
¿Imagina que le ofreciesen un millón de euros a cambio de que alguien expusiese sus secretos más vergonzosos delante de la gente que más quiere? Esto es lo que le ocurre a Lucía, el personaje que interpreta Miriam Díaz Aroca en la nueva comedia que acoge el Teatro Lara. «El Mensaje» fusiona el poder de la tecnología y las risas para lanzar mensajes de alto impacto que no dejarán indiferentes a los espectadores.
¿Cómo está? ¿Cómo se siente después de estos meses tan complicados?
Más que complicados, intensos. No he tenido casi tiempo para ensayar, tenía otros compromisos laborales y no he podido hacer ensayos seguidos. Por suerte, si tengo un don muy grande es la memorización rápida, integro muy rápido los textos dentro de mí.
No es la primera vez que está en el Teatro Lara, la última con “«Lavar, marcar y enterrar» de Montgomery, ¿cómo ha sido la vuelta?
Feliz porque el equipo que tiene este teatro es de una humanidad inmensa, donde cada vez que entras por esa puerta te abrazan. Es estar en mi casa, en un teatro que tiene mucho prestigio y que es precioso.
¿Cómoenfrentaestanuevaetapa en el Lara?
Con una propuesta escénica maravillosa, un texto muy bien tejido para crear una comedia muy especial y dinámica. Exige mucha disciplina, estamos dedicados a un personaje, que es el vídeo, y es el que marca el ritmo. Nosotros tenemos que hacer que nuestro discurso sea fácil y fresco. Es importante que la obra fluya sin que ese personaje le dé frialdad a la comedia.
Interpreta a Lucía, ¿cómo definiría a su personaje?
Ramón Paso, a parte de un escritor y dramaturgo fantástico, es un director excepcional. Facilita mucho a los actores cualquier propuesta. Desde el minuto uno hemos estado maridando juntos el perfil de este personaje. Lucia es fresca, auténtica, espontánea, muy natural y con un cierto toque de inocencia, pero con mucho carácter a la vez. Cuando le tocan a sus hijas no hay nada que la pare. Da igual todos los millones de euros que le ofrezcan, sus hijas son su prioridad.
¿Qué tiene Lucia de Miriam?
La fuerza, la determinación, la autenticidad, la frescura a la hora de trabajar y luego, en ese final de Lucía, donde renace a la mujer que quiere ser y decide crear la vida que quiere soltando las exigencias de los demás. Ahora es quien quiere ser y no lo que los demás quieren que sea. Ese es un trabajo muy importante que he hecho durante mi vida.
La obra ya se ha estrenado, ¿cómo ha sido volver con un público con mascarillas?
Yo nunca me acostumbraré, jamás, no va a formar parte de mis costumbres. Lo bonito ha sido ver todos los asientos llenos, sin huecos. Estás con mascarillas pero no te impide disfrutar de una comedia, no es un límite para reírte, emocionarte o aplaudir. Es una bendición volver y que los teatros ya estén al 100%.
Tiene una larga trayectoria en televisión, cine, teatro... ¿es sobre las tablas dónde se siente más a gusto?
Soy feliz en cualquier plataforma. Pero no hay nada como el teatro. Lo que te pone a prueba de tu medida actoral es el escenario de ahí sales siendo una buena actriz, o no, pero es la prueba contundente.
¿Por qué hay que venir a ver esta obra al teatro?
En tiempos de risas, verdaderas y con mensaje, no hay que dejarlas escapar. Con esta obra sacudimos las conciencias de las personas para que se den cuenta dónde están en sus vidas. Cómo siempre, los grandes mensajes llegan a través de la comedia.