La Barbie Isabel II
IsabelIsabel II ha cumplido esta semana 96 años. La Reina de Inglaterra sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, donde prestó sus servicios como mecánica militar. Ha sobrevivido al desmembramiento del Imperio Británico. Ha tomado el té con más de un primer ministro de difícil trato, como Churchill, Wilson, Thatcher o Jonhson. Ha sufrido el espionaje directo de alguno de los Cinco de Cambridge, como Anthony Blunt, responsable de la pinacoteca real, que entre cuadro y cuadro informaba a la URSS de las andanzas de la soberana y del Gobierno de su Graciosa Majestad.
La Reina observa ahora, desde los cristales de la experiencia, la cada vez mayor implicación de Londres en la Guerra de Ucrania.
En estos 96 años y siete décadas de reinado, ha sorteado la degradación de gran potencia a fiel acompañante de los «primos» americanos.
Superó duros conflictos sociales, como las huelgas mineras, y el Brexit. Se tambaleó con la demonización de la Corona tras el fallecimiento de la Princesa Diana, pero logró elevarse, incluso, por encima de su propia familia.
Será más difícil superar el verse en los escaparates de cualquier juguetería como la nueva Barbie. La multinacional Mattel ha lanzado la Barbie Reina Soberana.
Se trata de una réplica de la monarca británica en plástico, que viste un traje blanco, con la tiara de su boda, con un collar, el original valorado en 80 millones, con la Orden de la Jarretera y guantes blancos. Solo falta el bolso.
La compañía de juguetes se ha olvidado del bolso, el complemento definitorio e inseparable de la Reina. Y es que en el bolso de Isabel II se esconde la historia de Europa y del mundo del último siglo.