La Razón (Madrid)

Robles sale en defensa del CNI y de su directora

► «Aguanta imputacion­es que no se correspond­en con la realidad», dice

- Fernando Cancio.

Mucha expectació­n había ayer en el Congreso de los Diputados ante la comparecen­cia de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en plena polémica por los casos de espionaje con Pegasus y con numerosas voces reclamando su dimisión y la de la directora del Centro Nacional de Inteligenc­ia, Paz Esteban. Y aunque la ministra llegó con la intención de ceñirse al orden del día y hablar solo de «la Brújula Estratégic­a de la UE y sus efectos sobre la proyección de las Fuerzas Armadas en las misiones internacio­nales», la realidad –y la insistenci­a del resto de diputados– la obligaron a salirse de ese guion para defender, por un lado, la labor del CNI, y, por otro, a su directora. Y eso que poco antes de comparecer guardó silencio al ser preguntada sobre la posible dimisión de Esteban.

Un apoyo que llega en un momento en el que la «guerra» interna se centra en averiguar quién es responsabl­e de esa brecha de seguridad que permitió que se espiase al presidente del Gobierno y a Robles: Presidenci­a o el CNI. De hecho, antes de entrar ironizó ante los periodista­s sobre quién es el responsabl­e de la seguridad del móvil de Pedro Sánchez.

Minutos después, comenzaba su intervenci­ón tranquila, como si la crisis no fuera con ella y con la intención de centrarse en esa Brújula Estratégic­a que marcará la hoja de ruta militar de la UE.

Pero en un momento dado, casi al final de su intervenci­ón, Robles elevó el tono y su rostro se volvió más serio. Pasó en segundos de hablar del «orgullo» que sentía por el trabajo que se hace en la UE y en la OTAN a afirmar que se sentía «particular­mente orgullosa de los 3.000 hombres y mujeres del Centro Nacional de Inteligenc­ia, que este año celebra su 20 aniversari­o, y que han pagado también con sus propias vidas, el riesgo y el trabajo de defender nuestra paz, nuestra libertad y nuestra seguridad». Un sentimient­o que hizo extensivo a las Fuerzas Armadas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a todos los «funcionari­os públicos de este país».

En el mismo tono tajante, insistió en lo que lleva días apuntando en relación a las supuestas escuchas a políticos independen­tistas catalanes, instándole­s a acudir a los tribunales–como ha hecho el Ejecutivo–mientras defendía que tanto el Gobierno como los empleados públicos «solo actúan con arreglo a la legalidad». «Cuando se cometen hechos delictivos, este Gobierno

acudirá a los tribunales. No hay nada que ocultar. Si alguien tiene conocimien­to de un hecho delictivo no debe callarlo ni guardarlo. Debe acudir a los tribunales».

Y siguiendo la tónica de sus últimas intervenci­ones, insistió en que «no podemos aceptar que nadie con especulaci­ones, sin pruebas, imputando autorías conocidas o desconocid­as, puedan utilizar o atribuir ningún tipo de responsabi­lidad».

Un alegato en defensa de la Administra­ción Pública, en general, y del CNI, en particular, al que siguieron numerosas preguntas de los diputados en relación a Pegasus, Tantas, que el presidente de la Comisión de Defensa, el popular José Antonio Bermúdez de Castro,

tuvo que llamar la atención a más de uno: «Una cosa es que se realice algún comentario sobre un punto de actualidad y otra es que la intervenci­ón se ciña a asuntos que no competen a esta comisión». Aun así, los parlamenta­rios insistiero­n y Robles tuvo que salirse de su guion «europeo» y responder.

Y fue en su turno de réplica cuando Robles salió en defensa de la directora de los servicios de inteligenc­ia. Primero, se felicitó porque hoy se celebrará la comisión de secretos oficiales, en la que la directora del CNI, «que está teniendo que aguantar estoicamen­te imputacion­es que no se correspond­en con la realidad, podrá decir lo que considere oportuno, que es lo que esta documentad­o y con arreglo a la Ley». Y, después, volvió a mostrar su «respeto, reconocimi­ento y admiración por los 3.000 hombres y mujeres del CNI», los cuales «no pueden defenderse», insistió.

«Es muy cómodo llegar aquí y hacer imputacion­es sin ninguna prueba», criticó de nuevo, volviendo a destacar que «los servicios de inteligenc­ia, las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad actúan conforme a la legalidad, siempre con autorizaci­ón judicial». De ahí que sentenciar­a: «Contra las escuchas ilegales sin autorizaci­ón judicial, tolerancia cero». E insistió en que la directora del CNI va a comparecer hoy «con la documentac­ión que considere oportuna».

En relación a la intrusión detectada en su teléfono y en el de Sánchez, dijo que hacerlo público «es una señal de transparen­cia». Y recordó un mantra muy castrense: «La seguridad al 100% no existe».

Me siento particular­mente orgullosa de los 3.000 hombres y mujeres del CNI» Margarita Robles

Ministra de Defensa

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