Robles sale en defensa del CNI y de su directora
► «Aguanta imputaciones que no se corresponden con la realidad», dice
Mucha expectación había ayer en el Congreso de los Diputados ante la comparecencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en plena polémica por los casos de espionaje con Pegasus y con numerosas voces reclamando su dimisión y la de la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban. Y aunque la ministra llegó con la intención de ceñirse al orden del día y hablar solo de «la Brújula Estratégica de la UE y sus efectos sobre la proyección de las Fuerzas Armadas en las misiones internacionales», la realidad –y la insistencia del resto de diputados– la obligaron a salirse de ese guion para defender, por un lado, la labor del CNI, y, por otro, a su directora. Y eso que poco antes de comparecer guardó silencio al ser preguntada sobre la posible dimisión de Esteban.
Un apoyo que llega en un momento en el que la «guerra» interna se centra en averiguar quién es responsable de esa brecha de seguridad que permitió que se espiase al presidente del Gobierno y a Robles: Presidencia o el CNI. De hecho, antes de entrar ironizó ante los periodistas sobre quién es el responsable de la seguridad del móvil de Pedro Sánchez.
Minutos después, comenzaba su intervención tranquila, como si la crisis no fuera con ella y con la intención de centrarse en esa Brújula Estratégica que marcará la hoja de ruta militar de la UE.
Pero en un momento dado, casi al final de su intervención, Robles elevó el tono y su rostro se volvió más serio. Pasó en segundos de hablar del «orgullo» que sentía por el trabajo que se hace en la UE y en la OTAN a afirmar que se sentía «particularmente orgullosa de los 3.000 hombres y mujeres del Centro Nacional de Inteligencia, que este año celebra su 20 aniversario, y que han pagado también con sus propias vidas, el riesgo y el trabajo de defender nuestra paz, nuestra libertad y nuestra seguridad». Un sentimiento que hizo extensivo a las Fuerzas Armadas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a todos los «funcionarios públicos de este país».
En el mismo tono tajante, insistió en lo que lleva días apuntando en relación a las supuestas escuchas a políticos independentistas catalanes, instándoles a acudir a los tribunales–como ha hecho el Ejecutivo–mientras defendía que tanto el Gobierno como los empleados públicos «solo actúan con arreglo a la legalidad». «Cuando se cometen hechos delictivos, este Gobierno
acudirá a los tribunales. No hay nada que ocultar. Si alguien tiene conocimiento de un hecho delictivo no debe callarlo ni guardarlo. Debe acudir a los tribunales».
Y siguiendo la tónica de sus últimas intervenciones, insistió en que «no podemos aceptar que nadie con especulaciones, sin pruebas, imputando autorías conocidas o desconocidas, puedan utilizar o atribuir ningún tipo de responsabilidad».
Un alegato en defensa de la Administración Pública, en general, y del CNI, en particular, al que siguieron numerosas preguntas de los diputados en relación a Pegasus, Tantas, que el presidente de la Comisión de Defensa, el popular José Antonio Bermúdez de Castro,
tuvo que llamar la atención a más de uno: «Una cosa es que se realice algún comentario sobre un punto de actualidad y otra es que la intervención se ciña a asuntos que no competen a esta comisión». Aun así, los parlamentarios insistieron y Robles tuvo que salirse de su guion «europeo» y responder.
Y fue en su turno de réplica cuando Robles salió en defensa de la directora de los servicios de inteligencia. Primero, se felicitó porque hoy se celebrará la comisión de secretos oficiales, en la que la directora del CNI, «que está teniendo que aguantar estoicamente imputaciones que no se corresponden con la realidad, podrá decir lo que considere oportuno, que es lo que esta documentado y con arreglo a la Ley». Y, después, volvió a mostrar su «respeto, reconocimiento y admiración por los 3.000 hombres y mujeres del CNI», los cuales «no pueden defenderse», insistió.
«Es muy cómodo llegar aquí y hacer imputaciones sin ninguna prueba», criticó de nuevo, volviendo a destacar que «los servicios de inteligencia, las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad actúan conforme a la legalidad, siempre con autorización judicial». De ahí que sentenciara: «Contra las escuchas ilegales sin autorización judicial, tolerancia cero». E insistió en que la directora del CNI va a comparecer hoy «con la documentación que considere oportuna».
En relación a la intrusión detectada en su teléfono y en el de Sánchez, dijo que hacerlo público «es una señal de transparencia». Y recordó un mantra muy castrense: «La seguridad al 100% no existe».
Me siento particularmente orgullosa de los 3.000 hombres y mujeres del CNI» Margarita Robles
Ministra de Defensa