«Aunque ahora toreo encerronas, no olvido a los que se quedan fuera»
El sevillano matará este domingo en solitario la corrida de Miura en la Feria de Abril, la tarde de su vida Manuel Escribano Torero
ComoComo los grandes músicos el torero Manuel Escribano también se ha ido de gira en las últimas semanas promocionando su nuevo desafío profesional. La cita bien lo merecía. El sevillano se ha reunido con los suyos y aficionados en municipios como Gerena o Utrera y hasta en la propia capital andaluza para acumular energías de cara a la que puede ser la tarde más importante de su vida, su encerrona con seis miuras en La Maestranza el próximo 8 de mayo. La fecha coincide nada menos que con el arranque de la Feria de San Isidro, en la que también aparece anunciado. En la presentación oficial que organizó la empresa Pagés, gestora de La Maestranza, estuvieron arropándole maestros de la talla de Curro Romero, Espartaco o El Cid. El toreo sevillano está con él. Precisamente, la tauromaquia hispalense pasa por un momento glorioso, en el que coincide la madurez de Escribano, el resurgir de Daniel Luque (con su reciente Puerta del Príncipe) y la penúltima juventud de Morante. Fue también en Sevilla donde, después de nueve años parado, un toro de Victorino cambiaría la trayectoria de Escribano.
¿Suma presión protagonizar una promoción tan intensa?
Creo que los toreros ya no solo debemos dedicarnos exclusivamente al trabajo dentro de la plaza. Afortunadamente en 2022 contamos con medios para vendernos y promocionarnos por nosotros mismos para estar cerca del aficionado y hay que aprovecharlo. No basta con colgar tu nombre en un cartel.
¿Da miedo la sensación a defraudara todos los grandes maestros que han apostado por usted para esta cita?
Sí. Está claro que es un privilegio
Mientras yo no pueda asentarme en el feudo de las figuras, bienvenidas serán ellas en el mío»
contar con el respeto y apoyo de leyendas como Curro Romero que fueron mis ídolos de niño, pero cuando están a tu lado esos nombres de leyenda pesan mucho. Pero a la vez, es la motivación que más deseo.
El año pasado compartió cartel por primera vez con Morante en la corrida de Miura. ¿Confía en que José Antonio vuelva a dejarse ver por sus «terrenos»?
Ojalá. Mientras yo no pueda asentarme en el feudo de las figuras, bienvenidas serán ellas siempre en el mío (como Talavante lo hará en Madrid en la de Adolfo). Pero tengo gran recuerdo de esa tarde, porque no hay mayor honor que una figura pise tu terreno y encima te reivindiques ante él como yo lo hice. Más allá de la admiración, tenía que defender mi sitio.
¿La desgracia sufrida por Emilio de Justo en su encerrona en Madrid hace solo unas semanas ha dificultado su preparación para esta cita?
Sí, es inevitable que se te revuelva todo. Como a todos, me dio especialmente rabia al ver cómo embistió después toda la corrida, habría sido una tarde magistral de Emilio. Pero no hay que dejar de ser consecuente con el riesgo que corremos, y más con seis de miuras, un toro tan imprevisible. Además, cuando vas con la verdad por delante como él no es difícil que sufras estos percances. Pero a pesar de todo, hay que dar gracias a Dios porque el desenlace podría haber sido mucho peor.
¿Fue una inspiración para usted lo que hizo el sobresaliente Álvaro de la Calle?
Es muy difícil hacer lo que hizo. Es una odisea enfrentarte de un momento a otro a cinco toros y resolverlo de esa forma. Hay que estar siempre preparado por si surge la oportunidad.
Algunos participantes de la Copa Chenel tienen su nombre como referente. ¿Se siente un símbolo de la resurrección taurina?
Me alegro mucho de serlo. Lo he vivido absolutamente todo en mi carrera. Estuve nueve años parado sin dejar de entrenar y luego llegaron las cornadas. He superado todo tipo de adversidades y por fin llega la recompensa.
Entre las dos tardes que está anunciado en San Isidro, tiene dos compromisos en Perú. ¿No le importa correr aún más riesgos antes de tardes tan importantes?
Acepté esas dos tardes en Perú aun teniendo ya cerradas las de San Isidro (recompensa de su importante actuación en la reapertura de Las Ventas). Lo pensé, pero estoy aquí para torear en cualquier plaza en la que respeten mis condiciones. Es lo mejor para mi preparación.
¿Se va a quejar Rafaelillo de que entre Ferrera y usted casi copen las remesas de miuras?
La verdad es que después de tantos años sin oportunidades, se me hace inevitable acordarme de los compañeros que se quedan fuera ahora que toreo encerronas. Solo lo hago si estoy convencido de que va a ser una tarde especial.