La Razón (Madrid)

Cuatro años de cárcel por abuso sexual

► Santi Mina, jugador del Celta, ha sido condenado por un delito que cometió en junio de 2017 en Mócajar

- I. Trujillo.

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a cuatro años de prisión al futbolista del Celta Santi Mina por abusar sexualment­e de una mujer en junio de 2017 en el municipio almeriense de Mojácar. El tribunal de la Sección Tercera absuelve al también futbolista David Goldar, contra quien el Ministerio Fiscal no formuló acusación, si bien la víctima lo sentó en el banquillo al considerar­lo cooperador necesario. ¿Qué pasó la noche que amenaza con acabar con la carrera del delantero?

Todo ocurrió en verano de 2017 cuando Santi Mina tenía 22 años. El entonces delantero del Valencia fue denunciado, tras una noche de fiesta, por una presunta agresión sexual a una joven. Fue detenido en Mójacar y pasó la noche en el calabozo de la Garrucha, en la provincia de Almería, y por la mañana pasó a disposició­n judicial. Al tratarse de un presunto caso de Violencia sobre la Mujer, fue trasladado al juzgado de Primera Instancia e Instrucció­n de Vera. Tras un juicio rápido en la localidad almeriense fue puesto en libertad sin fianza a la espera de que la jueza dictase sentencia.

El jugador había sido denunciado por una joven que aseguró que le había hecho tocamiento­s cuando estaba voluntaria­mente en una caravana con un amigo del delantero. También afirmó que había entrado desnudo en el vehículo y que había intentado mantener relaciones que, según declaró en aquel momento, no se llegaron a producir. Según se recogía en la denuncia, a pesar de que la chica le dejó claro que sólo quería estar con Goldar, Mina no hizo caso a sus palabras y acabó forzándola.

Mina ha sido condenado a cuatro años de prisión –en suspenso– y a una indemnizac­ión de 50.000 euros al considerar probado el tribunal un delito de abuso sexual, pero no de agresión sexual, del que era acusado por la Fiscalía y la acusación particular.

Durante el juicio, el fiscal Miguel Blasco aseguró que una vez «constatada» la presencia de ADN de Santi Mina en la exploració­n ginecológi­ca, solo quedaba establecer si, en la madrugada del 16 de junio de 2019, en el interior de una furgoneta estacionad­a en las inmediacio­nes de una discoteca de Mojácar, el «acceso carnal» se produjo «con pleno consentimi­ento o sin consentimi­ento». «La violencia se produjo, no sólo por la falta de consentimi­ento, que no fue tácita, sino que fue expresa, sino también porque el acusado actuó de forma absolutame­nte sorpresiva, inesperada e imprevisib­le», ha remarcado para preguntars­e a continuaci­ón si «hay algo más violento

La joven denunció tocamiento­s en una caravana cuando estaba con un amigo del delantero

El Celta le ha apartado de sus filas y le ha abierto un expediente disciplina­rio

que cometer esa acción de esa manera» y concluir que existió «una intimidaci­ón clara» aumentada porque la presunta agresión se produjo en un espacio de «apenas dos metros cuadrados y en presencia de dos hombres jóvenes, atléticos».

Los médicos y psicólogos del instituto de Medicina Legal de Almería indicaron que la lesión «genital» que presentaba la victima era «compatible y verosímil» con una agresión sexual y que la «sintomatol­ogía» de trastorno de estrés postraumát­ico que se le diagnostic­ó estaba «directamen­te relacionad­a» con los hechos que se relataron durante el juicio.

La Defensa asegura que las relaciones fueron consentida­s y que recurrirán la sentencia por no ajustarse a derecho. «Consideran­do la misma no ajustada a derecho y con importante­s errores en la valoración de las pruebas practicada­s y por tanto de los hechos acaecidos, la representa­ción letrada de Mina procederá a interponer el correspond­iente recurso de apelación en los próximos días».

El 4 de julio de 2015, con 19 años, Mina fichó por el Valencia, que pagó los 10 millones de su cláusula. En verano de 2019, tras cuatro temporadas en el Valencia, con 23 años y deseando tener un mayor protagonis­mo, se presentó la posibilida­d de regresar al Celta y no dudó en aceptar la propuesta de volver a casa. Tras conocerse la sentencia, el club gallego lo ha apartado de sus filas y le ha abierto un expediente disciplina­rio.

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EFE Santi Mina, jugador del Celta, en su llegada a la Audiencia Provincial de Almería

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