La investigación
En principio, la isla energética ibérica consagrada en la cumbre europea debía ser el bálsamo de fierabrás para el insoportable peso de las tarifas energéticas. Hay que topar, topar y topar, pero sin tocar los impuestos y mucho menos ese concepto de mix energético que nos ha hecho renegar de la energía nuclear y de cualquier otra fuente que limite nuestra dependencia. Aquí lo que toca es demonizar a los beneficios en el altar del intervencionismo.