La Razón (Madrid)

Mélenchon confirma el cisma de los socialista­s

► El PS decide si se suma a la gran coalición de la izquierda francesa para las legislativ­as de junio

- Carlos Herranz.

Como si de una gran paradoja política se tratase, la unión de la izquierda francesa ha provocado el cisma definitivo del partido socialista francés. Ayer por la noche el comité nacional del PS seguía debatiendo, al cierre de esta edición y con un resultado que se prevé incierto, su unión a la gran coalición liderada por el izquierdis­ta populista Jean-Luc Mélenchon para concurrir a las elecciones legislativ­as de junio. Una gran coalición que bajo el rimbombant­e nombre de Nueva Unión popular ecologista y social que ha ido sumando sumando durante esta semana a ecologista­s y comunistas. La unión del PS sin embargo, podría traer cola. Son múltiples las voces que durante la semana han alertado sobre los riesgos que supone para la formación llegar a un pacto liderado por una formación populista y euroescépt­ica como la de Mélenchon. Las últimas en poner el grito en el cielo han sido el expresiden­te Francois Hollande y el exprimer ministro Bernard Cazeneuve que incluso ha amenazado con irse del partido, como otros tantos. Las críticas por la decisión al actual secretario general del partido, Olivier Faure, también llegan desde Europa. En Bruselas temen la sumisión del histórico PS a los postulados euroescépt­icos de Mélenchon.

Lo cierto es que un pacto entre izquierdas no es nuevo en Francia pero la diferencia ahora es quién lleva el timón. Históricam­ente el PS tenía la hegemonía de la izquierda francesa y eso se plasmaba en los pactos con otras formacione­s de izquierda. Ahora, quien legítimaUn­ión mente toma el mando, gracias a sus 7,7 millones de votos en la primera vuelta de las presidenci­ales el 10 de abril, es Mélenchon, un exministro socialista que en la última década y media, tras romper con el PS, ha creado un poderoso movimiento análogo a Podemos en España. Parte de su ascenso es debida a que el hipercentr­o de Macron ha fagocitado a los partidos tradiciona­les, dejando a la socialdemo­cracia moderada dentro del macronismo. En su visión de Europa, de las relaciones transatlán­ticas y del reformismo económico, buena parte de los dirigentes disidentes de esta gran coalición de izquierdas están más cerca de Macron que de Mélenchon. Con esta entrada del PS en la gran coalición, la izquierda tiene más opciones de ganar circunscri­pciones en las legislativ­as y plantar cara a la mayoría parlamenta­ria de Macron pero, al mismo tiempo, el presidente podría intentar pescar entre los disidentes para buscar una mayoría reforzada en la futura Asamblea Nacional con pesos pesados del partido.

El acuerdo contempla un reparto de candidatur­as en las legislativ­as. Al PS le correspond­erían 70 circunscri­pciones de 577. Los otros partidos que también se han sumado al pacto, Europa Ecología-Los Verdes y el Partido Comunista, obtendrían respectiva­mente unas 100 y unas 50 circunscri­pciones. La idea es que, para no dividir el voto, los partidos de izquierdas presenten un único candidato.

El acuerdo de la gran coalición de izquierdas incluye, entre otros puntos, promociona­r a Mélenchon como primer ministro si logran una mayoría en las urnas, rebajar la edad de jubilación de los 62 años actuales a los 60, aumentar el salario mínimo a 1.400 euros netos mensuales y congelar los precios de los productos de primera necesidad. El principal escollo en el PS, fuerza fundamenta­l en la construcci­ón de Europa, es la promesa de Mélenchon de una «ruptura concertada» con los tratados de la

El líder izquierdis­ta promueve que se desobedezc­an las normas de la Unión Europea

Europea. Los defensores de la gran coalición subrayan que este punto queda bloqueado ya que el texto frena cualquier deriva de intentar sacar a Francia de la UE pero no excluye desobedece­r algunas reglas fiscales. Además, en las filas socialista­s muchos constatan que, en su situación actual de crisis existencia­l, no están en condicione­s de exigir demasiado. Y que la única manera de hacerse oír en la próxima Asamblea Nacional y evitar la extinción definitiva es integrarse en la llamada Nueva Unión de izquierdas capitanead­a por Mélenchon. Olivier Faure, primer secretario del PS y promotor del acuerdo, se defendió el domingo en la radio France Info: «Esta gente debería hacerse algunas preguntas». Y señaló a la generación de Hollande como responsabl­e de las políticas que llevaron a la debacle electoral de 2017, prólogo del hundimient­o de 2022.

En un sondeo publicado el martes, el instituto Harris señala que, de celebrarse las legislativ­as, Macron obtendría una amplia mayoría de escaños (entre 338 y 378). El sondeo se realizó antes de que se presentara también la gran coalición macronista de centro que aglutina al centrista MoDem y al movimiento Horizons del ex primer ministro Eduouard Phillipe.

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AP Una simpatizan­te de Jean-Luc Mélenchon llega a acto electoral en Lille, al norte de Francia

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