¿Por qué la F-1 no triunfa en Estados Unidos?
► Después de 40 años, esta competición echa el resto para atraer al público americano. Miami, Las Vegas y Austin ya tienen sus carreras
En septiembre de 2016 la Fórmula 1 vivió uno de sus mayores movimientos sísmicos. Después de casi 40 años en manos de Bernie Ecclestone, los derechos de explotación de este deporte fueron adquiridos por Liberty Media, una compañía americana participada por numerosas empresas de diferentes ámbitos cuya principal actividad es, desde sus orígenes, la comunicación en distintas vertientes y la gestión de derechos deportivos. Recalaron en la F1 con mucho recelo por parte de los equipos y su intención de aumentar el espectáculo, eso sí, con el sentido del show que tienen en Estados Unidos, algo que desde siempre chocó con las formas más «british» de Ecclestone, que siempre fracasó en el mercado americano, y eso que lo intentó en múltiples ocasiones.
A pesar de la enorme afición que existe en Norteamérica al automovilismo, el estilo de la F1 nunca atrajo al público. Ni siquiera haciendo una carrera en el aparcamiento del hotel Caesar Palace de Las Vegas, algo que parecía una importante rampa de lanzamiento, pero que fracasó por su escaso interés. Luego aterrizó en lugares como Dallas, Long Beach, Detroit o Phoenix…y nada. En Estados Unidos, la tecnología, la innovación y el teórico glamour de la F1 no valía para sus espectadores si la carrera era aburrida. Y eso que antes había adelantamientos y las estrategias no eran como las de ahora, que pueden llegar al sopor. Allí lo fundamental es entretener y sus bases son igualdad y velocidad. La NASCAR, con 42 carreras al año, y la IndyCar, con su cita estrella de las 500 Millas de Indianápolis, copan el interés en este sentido. Después de un parón, Ecclestone logró que la F1 regresara a Indianápolis con un circuito que mezclaba la parte oval con la zona interior con algunas curvas. Fue en 2005 y terminó con un escándalo, ya que sólo corrieron unos pocos coches, los que llevaban neumáticos Bridgestone, ya que los que equipaban Michelin tenían problemas de seguridad y decidieron no tomar parte en la carrera. El fraude fue importante y la F1 salió «tocada» de semejante esperpento.
El efecto Netflix
Pero hoy todo ha cambiado. La Fórmula 1 ha vivido en sus últimos años, queriendo o sin querer, finales apasionantes y, sobre todo, el aspecto mediático que ha terminado por ensalzar este deporte ha sido la serie de Netflix que refleja la intrahistoria que hay en cada carrera. La acción está dentro y fuera de la pista y, realmente, a pesar de las enormes reticencias que al principio tuvieron algunos equipos y pilotos, el acierto de Liberty de permitir acceso total a la productora encargada ha tenido como consecuencia un exponencial interés por la F1 en Estados Unidos. En 2022 habrá dos carreras, Miami y Austin; y en 2023 se incorporará Las Vegas, con un escenario urbano que recorrerá las principales calles de la ciudad del pecado.
Hoy hay carrera en Miami, donde se ha creado un circuito urbano alrededor del estadio de los Dolphins, el equipo de fútbol americano americano cuyo estadio se denominada «Hard Rock», y Liberty ha hecho un esfuerzo increíble para vincular a estrellas del deporte americano con los pilotos de Fórmula 1. El encuentro más emocionante fue el que mantuvo Pierre Gasly con Michael Jordan. Ambos estuvieron cenando juntos y compartieron experiencias. El piloto francés calificó la noche de «un sueño cumplido» y no desaprovechó la ocasión para que el mítico jugador de baloncesto le firmara sus Nike Jordan… Lo mismo le ocurrió a Hamilton, que jugó al golf con Tom Brady, leyenda de la NFL.
Fernando Alonso ha aprovechado la cita en Miami para lanzar nuevos productos de su marca de ropa, Kimoa, que continúa creciendo a pesar de las informaciones aparecidas. «Disfruto de correr en América y hemos visto en los últimos años lo grande que se está volviendo la Fórmula 1 allí. Miami es otro circuito nuevo y tengo curiosidad por ver cómo es el trazado en realidad. Todo el ambiente será genial y es divertido estar en Miami. He visitado la ciudad varias veces en el pasado y está bien estar aquí por la Fórmula 1», señaló el asturiano. Hoy el Gran Premio arrancará a las 21:30 horas.
La peor F1 momento vivió su en Norteamérica en 2005 con una fallida
carrera con 6 coches