Un sistema sanitario público fuerte
Carmen Montón
LlevamosLlevamos décadas hablando de la trasformación de los sistemas sanitarios, para fortalecerlos y de transitar desde el hospital oc en trismo hacia la atención a la cronicidad, la prevención y la promoción de la salud, y la evaluación del impacto sobre la salud de las personas de las variables socioeconómicas y medioambientales, y ahora es el momento de hacerlo.
Una lección aprendida en esta pandemia es que sin salud no hay economía. El dilema entre economía o salud parece que para la mayoría ha desaparecido. La necesidad de fortalecer el sistema sanitario no es algo nuevo. La fórmula tampoco es desconocida. La asistencia sanitaria universalcomo garantía del derecho a la salud es la base sobre la que se construye el fortalecimiento de los sistemas sanitarios. Sabiendo, desde la experiencia, que el derecho a la salud se garantiza desde un sistema público, de calidad, equitativo e instrumento de cohesión social. En esa apuesta debe ser protagonista la atención primaria y la enfermería, elempod era miento delos pacientes y el autocuidado, la prevención de la salud y cuidado del medioambiente según la visión One Health. Además de la atención a la cronicidad y enfermedades no trasmisibles, como la salud mental y prevención del suicidio, la materna infantil y la sexual y reproductiva. La digitalización, humanización y atención a una muerte digna. Así como, una política de farmacia que defienda la evidencia científica, la incorporación de innovación y un precio justo de los fármacos. También debe reforzarse la respuesta frente a pandemias y los sistemas de vigilancia y Salud Pública, así como la investigación. Para ello son necesarios recursos, y más importante, la visión estratégica.