Conocer para supervisar
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Los criptoactivos cada vez tienen un mayor peso sobre el sistema financiero global. En 2021, el volumen mundial ascendió a 2,8 billones de dólares, lo que representa el 1% de los activos financieros totales. ►
La Unión Europea ya ha sentado la base de la futura regulación del sector con un primer borrador del reglamento MiCAT, que pretende establecer las condiciones mínimas de solvencia y transparencia de los emisores de este tipo de activo.Se espera pueda aplicarse en 2024. ►
El Banco de España no tiene actualmente competencias regulatorias sobre la autorización de emisores, pero sí puede realizar un seguimiento de este mercado, ya que es el responsable de velar por la estabilidad financiera.
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Para adaptarse a la nueva realidad, la institución está reforzando su perfil innovador, con la creación de nuevas divisiones e incorporando profesionales con perfiles tecnológicos. Su objetivo es integrar estos nuevos procesos en los análisis e investigaciones relacionados con la política monetaria y el seguimientos de los riesgos bancarios.
Además, hay que tener en cuenta que las características tecnológicas y financieras asociadas a los criptoactivos pueden motivar su consideración como medio de pago legal en distinto grado por parte de algunos estados. En concreto, el Banco de España pone como ejemplo a El Salvador, país que ha decido adoptar el bitcoin como moneda de uso legal, a pesar de ser un instrumento sin respaldo de activos financieros tradicionales y ajeno al control de las autoridades. Incluso, el gobierno del país centroamericano ha desarrollado su propia aplicación «wallet» para facilitar la operativa legal de pago. Entre las principales motivaciones de esta iniciativa, estaría facilitar la inclusión financiera, así como la reducción de las comisiones bancarias. No obstante, existe cierta preocupación sobre el impacto en la estabilidad financiera, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha urgido a El
Salvador a suprimir la consideración del bitcoin como moneda de uso legal.
De ahí, que la regulación de estos instrumentos, según el Banco de España, plantee retos enormemente novedosos, lo que hace imprescindible la cooperación internacional.
Aunque los criptoactivos no requieren de intermediarios financieros tradicionales para su operativa básica, su expansión ha dado lugar a una serie de agentes adicionales a los emisores que ofrecen servicios financieros relacionados con estos instrumentos. En este sentido, aunque España no cuenta con una regulación sobre los mismos, recientemente ha puesto en marcha distintas iniciativas encaminadas a aumentar la protección de los inversores. En este sentido, se ha adoptado una circular de la comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre la publicidad de aquellos activos digitales que se presentan como objeto de inversión financiera, acrecentando su control sobre estas campañas publicitarias.
Quinta «economía cripto»
Durante el año pasado, el volumen de transacciones con criptoactivos en el Viejo Continente ascendió a 845.000 millones de euros (4,9% del PIB y 0,9% de los activos financieros totales), lo que representa el 25% del total global, por delante de Norteamérica, con el 18%. Dentro de Europa, España ocupó en 2021 la quinta posición por volumen de transacciones, con cerca de 60.000 millones de euros (4,8% del PIB y 2,7% de los activos financieros totales), por detrás de Reino
Unido, Francia, Alemania y Países Bajos, y por delante de Suiza e Italia. En conjunto, el mercado alcanzó su mayor capitalización el año pasado, hasta situarse en 2,8 billones de dólares, el 1% del total de los activos financieros globales
De acuerdo con los datos de Chainalysis, el volumen de transacciones con criptoactivos durante el primer semestre de 2021 (último dato disponible) supuso más de diez veces el importe negociado durante el mismo periodo de 2020. Este aumento del volumen de negociación respondería, en principio, al mayor número de transacciones, pero también a la revalorización de los principales criptoactivos sin respaldo (como el bitcoin), así como a la mayor oferta disponible de stablecoins (como es el caso de tether) en el periodo considerado.
Atendiendo al tipo de transacción, a lo largo del tiempo se observa una mayor importancia relativa de las transacciones de mayor tamaño (de más de 10 millones de dólares), lo que sugiere que los inversores institucionales habrían ganado importancia relativa en las operaciones con estas monedas. El peso de las transacciones realizadas en España, en relación con las efectuadas en la zona del euro, rondó el 10% del total entre julio de 2020 y junio de 2021, similar a su tamaño económico relativo en la región. En general, la actividad es más alta en los países de mayor importancia económica, si bien en algunos de ellos el volumen de operaciones es algo más alto de lo que cabría esperar en relación al PIB (por ejemplo, Países Bajos y Portugal). Las transacciones de criptoactivos sin respaldo concentran la mayor parte de las operaciones, y la actividad negociadora sin intermediarios es predominante. El peso sobre el capital CET1 de la inversión en criptoactivos no alcanza el 1% para la gran mayoría de los bancos internacionales.
Existe una cierta proporción de operaciones con estas monedas que tienen como fin actividades ilícitas, disponiéndose sólo de una estimación de la cota inferior del peso que representan sobre el total. En el caso de España, el porcentaje de estas operaciones representaría aproximadamente el 1% del total entre julio de 2020 y junio de 2021.
Se trata sin duda de unas cifras que ponen de manifiesto el cada vez mayor peso de los activos difitales en la economía, y que están llevando a los supervisores a tomar posiciones para garantizar la estabildad financiera del sistema.
Este mercado
alcanza ya los 2,8 billones de dólares, el 1% de los activos