Si Daoiz y Velarde levantaran la cabeza...
EnEn una época en la que se politiza hasta el hecho de elegir supermercado, conviene recordar que, en ocasiones, las personas, simplemente, se dividen entre las que son idiotas y las que no lo son. Al primer grupo pertenecen por derecho propio los responsables de vandalizar la fachada de la Real Casa de Correos. Y, más concretamente, la corona y la placa de los Héroes del 2 de mayo. «A los héroes populares que el 2 de mayo de 1808 riñeron en este mismo lugar el primer combate con las tropas de Napoleón. El Círculo de Bellas Artes, 1908», decía la insignia, que ha amanecido quemada menos de dos semanas después de celebrarse la conmemoración de aquella histórica jornada. Afortunadamente, la restitución tanto de la corona como de la placa, de 2,2 por 1,5 metros, fueron inmediatas. Tal y como anunció Isabel Díaz Ayuso en su cuenta de Twitter, la Comunidad de Madrid presentará la correspondiente denuncia.
«No sé a quién le puede ofender esa placa... Estamos descubriendo que tenemos una sociedad que se ofende por todo. Da igual lo que se haga: siempre va a haber alguien ofendido detrás. Me parece un horror», resumía por su parte la vicealcaldesa, Begoña Villacís, al ser preguntada por la noticia. Y es que, ciertamente, el 2 de mayo es una de las pocas conmemoraciones históricas que parecen unir no solo a todos los madrileños, sino a todos los españoles. La legítima rebelión de un pueblo que, de la noche a la mañana, se vio invadido, en el que cabían militares como Daoiz y Velarde o civiles como Manuela Malasaña o Clara del Rey. Dos mujeres, por cierto, que acabaron siendo las caras más visibles de la valentía desplegada aquel «día de cólera», que diría Pérez Reverte, y cuya derrota acabó, a la larga, constituyendo una gesta. Ya que estamos con divisiones, ahí va otra: los que son valientes y no lo son. Los que mancillan una placa con nocturnidad y alevosía, ya saben a qué grupo pertenecen.