«Archipiélago Gulag»: así fue el brutal sistema penitenciario de la URSS
► Alexsandr Solzhenitsyn publicó esta obra demoledora que ofrece un retrato terrible de la violencia y la brutal represión en aquel país
Este es uno de esos libros que al tiempo de contar una historia también cuenta su propia historia. Es el relato de un doble desencanto. El de aquellos rusos que consideraron que la revolución bolchevique traería justicia, equidad, avance y progreso a su país. Y, también, la de todos aquellos que vivían en otras naciones, que creyeron en dichas promesas y que, desde la distancia, sin conocer lo que sucedía, miraban hacia Moscú con admiración, como el primer lugar en la Tierra donde, al fin, se había llevado a cabo una utopía perseguida durante siglos: la de una patria sin explotadores.
Pero, como bien conoce la mayoría, los sueños pueden resultar muy reales, pero jamás se parecea parecea la realidad. En este caso, la distancia entre la oratoria y la vida, los ideales y lo obtenido, la propaganda y la vida doméstica auténtica resultaba abisal. Quedaban tan distantes entre sí que muchos se negaban a aceptar lo que relataban los contados visitantes de la URSS y denigraban sus testimonios esclarecedores que alertaban de lo que estaba sucediendo, como si fuera propaganda interesada y denigratoria.
Desde el principio nada había discurrido por los cauces previstos por los ideólogos o los entusiastas revolucionarios. Y los años posteriores solo revelaron en qué se sustentaba la dictadura roja: represión, espionaje, tortura y campos de prisioneros. Alexsandr Solzhenitsyn puso de relieve en esta obra en qué consistía el sistema penitenciario soviético. Unas páginas demoledoras y que no dejan resquicios para la paz en ningún lector. Un libro cuyo brutal relato conmovió incluso a los hombres y las mujeres que militaban en las filas de los diferentes partidos comunistas europeos. Salió a la luz en 1973, cuando, en unos años, España encararía la Transición y este grupo político se vería abocado a un papel relevante para encauzar la democracia. El choque resultó brutal.
MALDITOS LIBROS
Tortura y suicidio
Este es un volumen fundamentado en testimonios y vivencias. Una obra que se mantuvo en secreto hasta que la KGB torturó a la secretaria del escritor, que acabó suicidándose, dicen, y los vigilantes del Kremlin dieron con una copia. Esto animó a Solzhenitsyn, que ya había editado un libro notable con anterioridad, «Un día en la vida de Iván Denísovich», a publicar su libro en Occidente. Fue una auténtica conmoción. No solo por la vívida descripción de los castigos a los que se sometían a las personas detenidas y el miedo que imperaba en la sociedad soviética, sino por contar a las bravas, sin paliarán tivos, que durante este régimen sangriento y totalitarista se había organizado un sistema de cárceles inhumanas. Se decía a las claras que, por la Lubianka, el edificio de la KGB, no pasaban saboteadores o interfectos que hacían labores de espionaje para otras potencias, sino que lo hacían individuos de toda tesitura y honestidad, y que sus celdas habían reprimido por igual tanto a los traidores como a escritores, padres de familia, miembros del partido y patriotas que habían derramado su sangre en la Segunda Guerra Mundial para, irónicamente, salvar a Moscú.