Isabel II reaparece en Windsor y acalla los rumores sobre su salud
► La soberana acudió, con el príncipe Eduardo, al Royal Windsor Horse Show
La salud de Isabel II es tema de preocupación para los británicos desde hace unos meses, más aún desde que el pasado martes faltara, por primera vez en casi 60 años, a la apertura del Parlamento británico. Sin embargo, su reaparición ayer en Windsor, ha acallado todos los rumores. La monarca aparecía sonriente y con muy buena cara a sus 96 años.
Isabel II ha llegado como copiloto, en un Range Rover, que recorrió la distancia entre el castillo de Windsor y el Copper Horse Arena, donde tuvo lugar el espectáculo en Home Park. Con gafas de sol y los labios pintados. Se trata de su primera aparición pública desde que asistió al servicio religioso que se celebró en la Abadía de Westminster en memoria del duque de Edimburgo.
Tenía muy buen aspecto y no paró de sonreír. Sentada en el asiento del copiloto, esperó con la ventanilla bajada a que comenzara el evento ecuestre, donde recibió el programa de la competición y también varias personas se acercaron a saludarla desde la ventanilla del vehículo. En todo momento, la madre del príncipe Carlos se mostró feliz y encantada de estar allí.
Su caballo Balmoral Leia competía en el evento de las 10:30 de la mañana en el Horse & Hound Mountais y Moorlands in Hand para los ponis Fell. Mucho se ha hablado de que el Windsor Horse Show es uno de los eventos favoritos del año de la soberana británica. Ha asistido todos los años desde que comenzó como un acto de recaudación de fondos en tiempos de guerra, en 1943. El espectáculo fue cancelado en 2020 debido a la pandemia del coronavirus y, en lugar de ser celebrado en directo, se transmitió a través de internet.
El año pasado, la reina voló de regreso desde Escocia para no perderse el segundo día del espectáculo, donde también fue fotografiada en un Range Rover que la llevó hasta la arena. Esta semana, se espera que el evento muestre a más de cuarenta animales, en comparación con veinticuatro de un año normal; lo que, según los organizadores, refleja la calidad de la competición.