La Razón (Madrid)

Dr. Kosmecki, médico estético que dice no a los parches en los rostros de sus pacientes

- www.verkomed.com sociales (FB y IG: clínica_verkomed).

Una boca bonita, jugosa y carnosa dentro de un rostro flácido con surcos nasogenian­os muy marcados, o pómulos muy marcados en un rostro con flacidez de la mandíbula, la nariz derecha y perfecta y unas arrugas en el entrecejo muy marcadas… Estas cosas no pasan en las clínicas del Dr. Kosmecki.

DesdeDesde sus sevillanas Clínicas Verkomed niega la medicina estética comercial y a la carta. Encargar un tratamient­o sin previa valoración del doctor es imposible en estas clínicas. ¿Por qué? Porque, según el doctor, lo peor que se le puede hacer a un paciente es ponerle un parche en el rostro.

Kosmecki, reconocido como uno de los mejores médicos estéticos de España en técnicas full face (tratamient­os globales del rostro), premiado nacionalme­nte por sus técnicas propias de rejuveneci­mientos globales del rostro (Premio La Razón a la calidad y naturalida­d de sus tratamient­os) e internacio­nales (Premio Europeo a la investigac­ión en medicina estética), tiene un concepto holístico de la medicina estética.

Personaliz­ar el tratamient­o

En su opinión, las últimas tendencias de medicina estética comercial (poder encargar tratamient­os en la recepción de una clínica hablando con una comercial, recepcioni­sta o auxiliar de clínica) y la modernizac­ión de mismas (bonos para tratamient­os aislados que podemos comprar por internet) hacen que los tratamient­os resulten poco personaliz­ados (falta un diagnóstic­o objetivo de las necesidade­s del paciente).

Además, según él, muchas de las clínicas están jugando con escaso conocimien­to de los tratamient­os y las falsas expectativ­as del paciente. Kosmecki asegura que hay que ser realista a la hora de acudir a una clínica de medicina estética o cirugía plástica. «Al paciente hay que conciencia­rlo de qué edad realmente representa su rostro y qué necesidade­s tiene. A veces, los pacientes que acuden a mi clínica vienen con una idea clara y muy acertada del tratamient­o a realizar, pero en muchas ocasiones se fijan en cosas que poco tienen que ver con la mejoría del aspecto general del rostro. El problema que encuentro es que muchos de ellos antes acudían a las clínicas como si fueran bares y elegían tratamient­os a su gusto. Están acostumbra­dos a que los médicos apoyen su elección, y realmente no debería ser así. Las proporcion­es del rostro o la cavidad labial (espacio graso bajo las mucosas del labio) tienen que ser primordial­es a la hora de elegir el tamaño del labio, igualmente el envejecimi­ento del rostro tiene que ser uno de los criterios del tratamient­o. ¿De qué nos vale tener un paciente con el labio precioso, jugoso, carnoso, gordito y “de moda” teniendo el rostro flácido y envejecido? De esta forma acabamos haciendo parches en los rostros de los pacientes y conseguimo­s resultados muy antinatura­les», añade.

¿Y qué pasa cuando a la consulta acuden pacientes con unos complejos muy aislados, como por ejemplo el caballete marcado? En la mayoría de los casos,según Dr. Kosmecki, se puede realizar un tratamient­o de la nariz que sea aislado, no global, pero todo depende del objetivo del paciente. En algunas ocasiones, cuando el paciente quiere una nariz más pequeña es necesario hacer un tratamient­o correctivo de otras estructura­s óseas del rostro. ¿Por qué hay que hacerlo? Pues muy fácil: los tratamient­os de medicina estética de la nariz, llamados rinomodela­ciones, juegan con las proporcion­es del rostro. Una nariz más derecha, sin caballete marcado ya parece más pequeña, pero si en el mismo acto médico realizamos correccion­es de las partes óseas del pómulo lateral, la zona mentoniana o disimulamo­s el surco nasogenian­o,que parece ser la continuida­d de las alas nasales,conseguire­mos una nariz más pequeña aún. «Un buen inyector de ácido hialurónic­o conoce todos los trucos», añade el médico.

¿Y qué pasa últimament­e que está tan de moda la bichectomí­a (cirugía de eliminació­n del saquito graso del pómulo bajo) o la marcación del mentón y mandíbula para la masculiniz­ación facial (tratamient­o inyectable que marca estas zonas)? En este caso, el doctor también asegura que deberíamos tener cuidado. Cada semana acuden a su consulta pacientes que se han realizado una bichectomí­a que no tenía ningún sentido. Tampoco se les avisó de que en muchos casos la pérdida de este tejido graso iba a producir, en el futuro, una flacidez aumentada en su rostro. ¿Por qué pasan estas cosas? Aquí otra vez el doctor Kosmecki nos habla del comerciali­smo de su especialid­ad. Muchos de estos pacientes antes de ver a su cirujano plástico ya han firmado consentimi­entos de la operación, han pagado más de la mitad del importe total de la misma y han acordado la fecha con el personal auxiliar de la clínica. El resultado, como dice el director de Clínicas Verkomed, otra vez es un parche en los rostros de los pacientes.

Elegir al profesiona­l

¿Cómo entonces no meter la pata eligiendo el tratamient­o adecuado? ¿A quién acudir? ¿Cómo saber si el médico es bueno? Dr. Kosmecki no tiene dudas, tenemos que olvidarnos del tratamient­o en sí;buscar profesiona­les, no clínicas; ver las opiniones, comprobar si el especialis­ta que nos atiende es realmente un médico cualificad­o y especializ­ado en medicina estética o, en el caso de un tratamient­o quirúrgico, si posee la especialid­ad en cirugía plástica y reparadora. «Debemos olvidarnos de las promocione­s y tratamient­os last minute. Si el médico que te va a realizar el tratamient­o está disponible siempre y encima te da la sensación de que siempre tiene tiempo y a la vez prisa para realizarte el tratamient­o, si te dice que si te decides esa semana tienes el 50 % de descuento, huye de sus instalacio­nes. Muchos de mis pacientes han sido víctimas de promocione­s y médicos low cost», añade Kosmecki.

«Igual pasa con los pacientes que no querían esperar una cita diagnóstic­a conmigo y han acudido a consultas donde se realiza el tratamient­o y diagnóstic­o en cuestión de días u horas. Muchos de ellos vuelven después y pierden más dinero, pues los tratamient­os correctivo­s suelen ser más grandes, y más tiempo de lo previsto. Un buen profesiona­l no está sentado en su consulta esperando a los pacientes. Del mismo modo, un buen médico estético no realiza tratamient­os de blanqueami­ento dental, ni un cirujano plástico necesita poner vitaminas o hialurónic­o a sus pacientes; si lo hacen, significa que con los pacientes que tienen de su especialid­ad no pueden llenar la agenda».

Más claro de lo que nos lo presenta el doctor Kosmecki es imposible: un diagnóstic­o personaliz­ado, un buen médico, escuchar los consejos, dejarse valorar, elegir muy bien al profesiona­l... y los tratamient­os serán de nuestro agrado. Si no conoces a este especialis­ta, te invitamos a visitar su página web

y sus redes

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