«El enemigo son los procesados»
¿Una dieta sin almidón es efectiva?
Si alguien tiene sobrepeso o quiere quemar depósitos de grasa es muy útil restringir el consumo de alimentos ricos en almidón.
¿Y funciona?
Las dietas que se basan en una restricción total de los alimentos que contienen almidón suelen ir acompañadas de un aumento de consumo de vegetales del grupo sin almidón y de una mayor ingesta de proteína animal y grasas cardiosaludables. Esta forma de alimentarnos activará otros mecanismos de obtención de energía como es la cetosis. Es lo que conocemos como dieta cetogénica.
¿Se puede mantener en el tiempo esa restricción?
Lo que no sería conveniente es su restricción completa por largos periodos sin control profesional, ni tampoco en personas vegetarianas, ya que las legumbres, además de contener almidón, suponen una fuente de proteína vegetal. No hay que demonizar al almidón, pues es una buena y saludable molécula de la que obtenemos energía. El «enemigo» son los almidones ultraprocesados.
¿Cuáles son sus contraindicaciones?
No sería adecuada para personas con altas demandas energéticas como deportistas, así como estudiantes o vegetarianos. En este último caso podría desencadenar carencias nutricionales.