Ucrania y la kriptonita
Miguel Ángel Solana Campins
LaLa invasión de Ucrania presenta una nueva amenaza para la industria de semiconductores, donde Rusia y Ucrania son grandes productores de muchos elementos necesarios a tal efecto como Neón, Paladio, Platino, Níquel, Helio, Argón, Kriptón... Ucrania es el mayor productor mundial de neón, suministrando a Estados Unidos más del 90%, con pureza del 99,99% imprescindible para equipos militares y los láseres que graban los delicados circuitos de los semiconductores. Lleva décadas refinándolo para conseguir tal pureza. Con la guerra se ha detenido la cadena de producción, sus reservas se agotan, los puertos para exportarlo están bloqueados, y escaseará más.
Las alternativas son pocas. Solo China refina el neón, pero con muy poco volumen, no teniendo capacidad de exportación. Y como las especificaciones en este mercado son muy estrictas, a cualquier nuevo proveedor le lleva mucho tiempo y dinero poder certificarlo.
La Covid ha impedido que las fábricas de «chips» operen normalmente. Si a ello se suma la creciente demanda impulsada por el teletrabajo, tanto los fabricantes de automoción como de móviles han tenido que ir rebajando sus objetivos de producción por falta de tales componentes.
Para solucionar estos problemas, España prevé una inversión de 11.000 millones de euros, que es el coste aproximado de una planta de semiconductores.
La pretensión es cambiar nuestro modelo productivo haciéndolo más intensivo en capital y alta tecnología. Pero ahora todo son desconfianzas tras los iniciales y sospechosos recursos destinados al «Plus Ultra».