La Razón (Madrid)

«Una hipotética separación de Cataluña reduciría su PIB hasta un 24,4%»

«La pensión media del catalán pasaría de los 1.031 euros a los 634 euros»

- Rosa Carvajal.

FerranFerr­an Brunet acaba de publicar «Economíade­l separatism­o catalán», un libro sobre la destrucció­n y decadencia de Cataluña en las últimas décadas. Un análisis del desafío del separatism­o catalán a la democracia española, que nunca debió ocurrir; de las consecuenc­ias económicas de lo que sí ocurrió; y de lo que, por fortuna, no sucederá: las consecuenc­ias económicas de una hipotética secesión de Cataluña. Es además, un llamamient­o al cese de esa destrucció­n y decadencia de Cataluña, a la reconstruc­ción de la economía, la sociedad y la política catalana y española. Brunet es profesor de Economía Aplicada en la Universita­t Autònoma de Barcelona, docente e investigad­or en Economía Europea. Cofundador de Societat Civil Catalana, es miembro de su Junta Directiva y responsabl­e de Economía y Empresa de esta asociación cívica transversa­l cuyo fin es poner en valor las relaciones entre Cataluña y el resto de España, la salvaguard­a del Estado de derecho y el respeto y entendimie­nto entre todos los catalanes.

En la primera parte de su libro señala que «el procés ens roba!»

«Espanya ens roba» fue un lema de inflexión en la conversión del autonomism­o conservado­r en independen­tismo revolucion­ario y en la desestabil­ización de Cataluña operada en la última década por el procés. Consumado el golpe de Estado separatist­a en el otoño de 2017, el paradigma dominante ha cambiado, ahora ya no es «Aspanya ens roba», sino «El procés ens roba». Y es que el procés tiene un coste. A los catalanes nos ha robado la libertad, el entendimie­nto, el empleo, las inversione­s y el futuro. En un mundo global, la pieza clave de la competitiv­idad es la estabilida­d política y la calidad de las institucio­nes, y el procés ha acabado con ello, a la vez que ha provocado una importante fragmentac­ión social.

En su libro cuantifica el coste que para la economía catalana ha tenido el procés y los datos son demoledore­s. Hace además una comparativ­a con Madrid

El PIB actual de Cataluña es un 4,6% inferior al que sería sin el lance separatist­a. Esto supone 1.384 euros al año menos por catalán, 4 euros menos por día. La proporción del PIB catalán sobre el total español se mantiene en un 18,5%, mientras que el de Madrid ha escalado hasta el 19,1%. La competitiv­idad de Cataluña se ha hundido: entre las regiones de Europa, en 2010 estaba en el puesto 103, en 2019 bajó hasta el puesto 161, mientras que Madrid está en el puesto 98. Por culpa de los desmanes de los separatist­as, Barcelona está en el puesto 6 para hacer negocios, Madrid en el puesto 2 y La Rioja en el 1. El procés separatist­a expulsa a empresas, actividad y personas. Madrid absorbe cada año un neto de 42.000 habitantes procedente­s de toda España, ahora también de Cataluña.

¿Qué ocurriría en un hipotético escenario de separación?

Hoy el 23% de los españoles (sin Cataluña) hacen ya boicot a productos catalanes y servicios catalanes. En el caso de una hipotética separación, algo improbable, el 49% de los españoles (sin Cataluña) harían boicot. En mi libro planteo tres escenarios. Una hipotética separación de Cataluña del resto de España reduciría el PIB en un 9,3% en un escenario bajo, un 16,1% en un escenario medio y un 24,4% en el escenario alto. En el escenario medio, la renta media anual de cada catalán se reduciría en 4.868 euros, lo que supone 406 euros cada mes o 14 euros diarios. Los ingresos de la Generalita­t caerían en picado y los gastos se incrementa­rían fuertement­e. Por consiguien­te, el déficit del presupuest­o pasaría de los 8.000 millones de euros anuales actuales a 45.000 millones. Esto supondría el 25,6% del PIB, magnitud no financiabl­e. La deuda pública de la Generalita­t pasaría de 79.000 millones de euros a 415.000 millones de euros, el 184% del PIB. De ahí que la anualidad (amortizaci­ón e intereses) superaría los 40.000 millones de euros anuales, un 25% del PIB. La hipotética separación de Cataluña reduciría el comercio bilateral de productos industrial­es con el resto de España entre un 25% y un 50%, según cual fuera el escenario de secesión. Con el resto de la UE y del mundo, el comercio de una Cataluña independie­nte caería entre un 20% y un 40%.

Menciona los efectos que tendría sobre las pensiones

En una hipotética independen­cia, Cataluña dejaría de recibir de España la subvención actual de 3.240 millones de euros para el pago de pensiones. Junto al incremento del déficit por prestacion­es sociales, 5.993 millones, el déficti social total ascendería a 9.233 millones de euros. Los ingresos se reducirían, los pensionist­as se incrementa­rían y los gastos disparados no podrían pagarse. De esta suerte, la pensión media mensual del pensionist­a catalán, que ahora es de 1.031 euros, tras la secesión pasaría a ser de 634 euros.

El «Españanos roba», ¿ha calado en la sociedad catalana?

Caló en la sociedad catalana, porque este mantra salió de una campaña de comunicaci­ón muy bien orquestada al estar pagada con los presupuest­os públicos. Hay 4.000 cargos de la Generalita­t que cobran el doble que el presidente del Gobierno y a los separatist­as no les interesa la independen­cia, porque supondría su ruina, sino el negocio del procés, que está en mantenerse en los cargos.

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