Chanel tras el chanelazo: «No estoy en una nube»
La representante española en Eurovisión comparece ante los medios después de conquistar el tercer puesto en Turín
«Esto«Esto es fuerte». «Muy fuerte». «¡Pero qué fuerte no!». Elijan modalidad y póngalo en bucle en boca de Chanel Terrero como respuesta automática, de esas que disparan los mails en vacaciones. Esta muletilla intermitente refleja su noqueo ante el tercer puesto que conquistó en Eurovisión el pasado sábado, cada vez que se le saca a relucir que la artista española con más votos en la historia del festival, o se le sorprende con la felicitación por carta de los Reyes por su «fantástica» actuación.
«No estamos en la nube, estamos aterrizando hacia el suelo, lo, lo», bromeaba ayer haciendo un guiño a su canción, «Slomo», en su comparecencia ante los medios dos días después de regresar de Turín. «Doce, otro doce, luego otro doce… Sí lo piensas, fue muy fuerte», insiste con su mantra ante el «tsunami» de «twelve points» cosechados en Italia.
En su agenda, proyectos que no se atreve a desvelar –un disco en el horizonte, un deseado dueto con Nathy Peluso y otro posible con Eleni Foureira–, y el regreso a los ensayos de «Malinche», el musical de Nacho Cano de la que es protagonista. Pero, sobre todo, calma. «Un mes de vacaciones, seguro», sentencia, con la resaca justa para soltar que «tanto brillo de repente ciega, después de tanto trabajo».
Y es que tras el «mobbing» digital y político que sufrió tras el Benidorm Fest por ganar a Tanxugueiras y Rigoberta Bandini gracias al voto del jurado, Chanel sabe que lo del éxito se esfuma tan rápido como los fuegos artificiales de su actuación: «No he hecho la lectura de lo malo que pasó. No hemos trabajado para callar la boca a nadie, sino porque somos apasionados de lo que hacemos», apunta con deportividad, pero consciente del apaleamiento pasado: «Siento orgullo porque lo que hemos hecho no es un toque de varita mágica sino fruto de mucho trabajar».
«La foto final no brillaría como lo ha hecho si no fuera por la gente de vestuario, realización, iluminación…», aseguró rodeada de los que presentó como sus «imprescindibles», los bailarines Exon Arcos, Josh Huerta, Pol Soto, Raquel Caurin y María Perez. «Estábamos todos muy conectados y solo decíamos con prudencia ‘‘Tierra, tierra’,’ compartía con esa ingenuidad verbal que pasea en la rueda de prensa más multitudinaria de las convocadas hasta la fecha en relación al festival. Celebrada en el estudio 4 de Televisión Española en Prado del Rey, se entremezclaban periodistas y eurofans de diverso pelaje.
Ante ellos, desveló detalles de la actuación, tales como que la aplaudida chaqueta torera, diseñada por Palomo Spain «pesaba lo suyo». «Viví mi momento de crisis porque no sabía si podría hacerme con ella, pero lo superé en los ensayos», confesó, explicando además que llevaba dos modelos clónicos, clónicos, uno que utilizó para los ensayos, por si se perdía por el camino alguno de los 50.000 Swarovoskis que portaba, y otro para la final. Para el anecdotario también queda el hambre que dijo pasar la delegación española durante el recuento de votos: «Quisimos colar un poco de paella y una muñeca flamenca, pero no nos dejaron».
También hubo tiempo para dar un repaso a Cristiano Malgioglio, el comentarista de la RAI que presentó a Chanel como una «JLo de rebajas» durante su actuación. María Eizaguirre, directora de Comunicación y Participación de RTVE, confirmó que RTVE se quejó oficialmente a la cadena italiana: «La RAI se ha disculpado de una manera contundente». Es más, Malgioglio entonó su particular «mea culpa» a través de un vídeo y envió un ramo de flores para la cantante. «Fue un comentario desafortunado, pero valoro las disculpas», expuso Chanel.
Más allá de los detalles, ayer en RTVE se respiraba ambiente de victoria a golpe de bronce y audímetro reventado. De ahí que Eva Mora, jefa de la Delegación Española en Eurovisión, anunciara que hoy mismo se reúnen para arrancar el próximo Benidorm Fest y conquistar Europa en 2023.