Draghi: «Es un acto hostil hacia Italia y hacia Europa»
► El «premier» italiano descarta romper relaciones diplomáticas con el Kremlin
El Gobierno ruso ordenó ayer la expulsión de 24 diplomáticos italianos de la Embajada de Italia en Moscú, en respuesta a la expulsión del país transalpino el pasado mes de abril de 30 empleados de la Embajada rusa en Roma. En una comunicación oficial, el Kremlin justificó la decisión como consecuencia de «las acciones abiertamente hostiles» de Italia contra Moscú. Los diplomáticos italianos deberán abandonar el país en los próximos ocho días.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, definió la medida anunciada por Moscú como« un acto hostil», pero rechazó interrumpir las relaciones bilaterales con Rusia. «Está claro que es un acto hostil, no sólo hacia nosotros sino también hacia Europa, pero esto no debe conducir a la interrupción de las relaciones diplomáticas porque si la paz llega, será a través de estos canales diplomáticos», declaró el jefe del Ejecutivo italiano, durante la rueda de prensa conjunta que mantuvo con la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, en Roma. Durante la reunión entre ambos mandatarios, Draghi confirmó el apoyo de Italia a la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN. «La solicitud de adhesión es una clara respuesta a la invasión rusa de Ucrania y la amenaza que representa para la paz en Europa», aseguró Draghi. «Este es el momento de elegir y queremos que la UE elija ser protagonista», añadió.
Moscú convocó ayer en la sede del Ministerio de Exteriores ruso al embajador de Italia en Rusia, Giorgio Storace, así como a los embajadores de Francia y España, Pierre Levy y Marcos Gómez, para anunciarles la medida adoptada por el Kremlin. Tras la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero, París, Roma y Madrid expulsaron a más de 300 diplomático s rusos. El pasado mes de abril, el ministro de Exteriores it ali ano, Luigi DiMaio, anunció la decisión de Roma de ordenarla expulsión de 30 empleados de la Embajada de Rusia por motivos de seguridad nacional yen respuesta a la invasión de Ucrania. La diplomacia rusa reaccionó rápidamente condenando la decisión italiana. Moscú anunció entonces que respondería en consecuencia.