La Razón (Madrid)

Con la defensa no basta

► La Undécima del Madrid no llegó en Belgrado El Efes reeditó el título en una final marcada por la intensidad atrás y el flojo porcentaje de tiro de los blancos

- Mariano Ruiz Díez.

LaLa Undécima, la que hubiera sido la tercera de la «era Laso» no llegó en Belgrado. En el escenario donde el Real Madrid conquistó la Décima Copa de Europa se quedó a las puertas de un nuevo título. El Anadolu Efes se impuso en una final dramática en la que logró sobrevivir a una gran defensa del Madrid. El factor Pleiss (19 puntos y 7 rebotes) pesó más que la notable final de Tavares (14 puntos y 11 rebotes) y fue la mejor ayuda que encontró Micic para reeditar el título de campeones de Europa. El trabajo atrás de los blancos no fue suficiente para paliar la espesura en ataque (6/33 en triples) de un equipo al que pocos esperaban aquí mediado el mes de febrero.

Ataman, uno de los triunfador­es de la noche, temía las tretas tácticas de la defensa pergeñada por Laso. Con razón. El Madrid apostó por un quinteto con mucho volumen y muchos centímetro­s en todas las posiciones. La traslación a la cancha fue una defensa de cambios como la que utilizó en la final de Copa ante el Barça. Por eso no resultaba extraño que de pronto, Tavares tuviera enfrente a Larkin o Yabusele se emparejase con Micic. La defensa descolocó a los turcos y en el otro lado de la pista el Madrid se encomendó a Tavares. El cuarto fue una pista de lo que se avecinaba. Un inquietant­e 0/8 en triples, una más que notable notable defensa y un sobresalie­nte Tavares (12 puntos, 7 rebotes y 17 de valoración en 9:38).

En algún momento tenía que cambiar la puntería exterior del Madrid para que el buen trabajo defensivo sirviera para algo más que tener maniatado al Anadolu. Un triple de Taylor y dos de Randolph parecieron cambiar la dinámica. El primer intento de escapada (29-22) fue un espejismo porque el Efes lo sofocó en un pestañeo. Un par de detalles de Micic y un par de entradas suicidas de Larkin evitaron que el buen trabajo de los blancos tuviese más recompensa mediada la final.

Tavares, factor determinan­te para que el Madrid controlase el partido, volvió para marcar territorio en el tercer cuarto. Su presencia condicionó cada ataque rival. Metió miedo a Micic, taponó a Larkin y con el cuarto triple del Madrid, de otro secundario, de Hanga, el aspirante despegó (40

El Real Madrid gestionó mal la última jugada. Dejó jugar a los turcos y se quedó sin tiempo

31). El Efes necesitaba que apareciera alguien más. Lo hizo Pleiss, el único que se atrevió a molestar a Tavares. Con el pívot alemán metido en faena y como el acierto exterior del Madrid era muy escaso (preocupant­e 4/17 a estas alturas), los turcos volvieron (42-40). La defensa estaba a la altura del desafío, pero en el tercer cuarto sólo se sumaron tres canastas en juego. Aún así, el equipo de Laso seguía por delante.

El Efes aumentó el volumen de la final con tres detalles para arrancar el parcial decisivo. Micic se inventó un triple delante de Tavares. Fue muy similar al que condenó al Olympiacos en semifinale­s. Una pérdida de Causeur y un posdesde terior mate de Singleton ratificaro­n que los turcos habían afilado el colmillo (44-47). Laso reclutó a Llull. Y el Madrid respondió al nuevo escenario con un monumental tapón de Poirier a Pleiss y un triple «made in Llull» (50-49). El tapón recibido no desenchufó al gigante alemán. Sin Tavares, el «factor Pleiss» siguió haciendo daño. Dos canastas seguidas devolviero­n el mando a los suyos (50-53) con sólo tres minutos por delante. Laso recuperó a Tavares y con la vida en juego, Deck anotó el sexto triple del Madrid en 32 intentos. Fue el último. La respuesta inmediata fue con la misma moneda por obra y gracia de Micic (53-56). El Madrid se aproximó el tiro libre con Causeur y Tavares mezclando errores y aciertos. Pero Pleiss seguía a lo suyo y dejó al Efes por delante en el último minuto (55-58). Laso se encomendó a los pequeños y Llull con una bandeja apretó la final (5758). Se trataba de defender al límite. El Madrid tenía todavía dos faltas antes de entrar en bonus. Las consumió y el Efes se encontró con 17 segundos y un punto arriba. El Madrid decidió defender, pero dejó consumir demasiado tiempo. Larkin lanzó un triple cuando sólo quedaban cuatro segundos por jugar. La lucha por el rebote consumió los últimos instantes y la Undécima se esfumó en el escenario donde llegó la Décima.

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Tavares y Llull acabaron el partido por los suelos tras el último rebote
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EFE

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