Siete de cada mil personas ya son adictas al juego
► El Gregorio Marañón abre un centro pionero para tratar adicciones a las nuevas tecnologías
El Gregorio Marañón inaugura una sección para hacer frente a los problemas crecientes de adicción al juego; a las nuevas tecnologías como videojuegos y redes sociales; al sexo y al porno; y a la compra compulsiva. El Centro Integral de Prevención e Investigación en Adicciones Comportamentales (AdCom) define «comportamental» o «adicción sin sustancia» porque, al igual que ocurre con las personas adictas a sustancias, existe un pequeño grupo que presenta las características de abuso, tolerancia, abstinencia y consecuencias negativas respecto a esta dependencia.
Además, los profesionales del hospital informan de que, normalmente, normalmente, detrás de cada adicción comportamental subyacen otros problemas de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad o trastorno por déficit de atención.
La planta de tratamiento está dividida en distintas salas y cada una de ellas con una función específica. Primeramente, sucede la fase de cribado, que consiste en definir el estado del paciente y detectar si padece una patología o no en aproximadamente una hora. En esta fase se separan dos tipos de público: el infantil y juvenil por un lado, y el adulto por otro.
Esto es posible a través de un mecanismo muy sencillo que es el sistema de citación mediante la tarjeta sanitaria virtual. Los pacientes elegirán el día y la hora que tengan disponible y no tendrán que pasar previamente por el médico de cabecera para que les deriven, sino que sera una cita directa con el centro de salud mental.
Una vez que el equipo multidisciplinar haya valorado los cuestionarios del cribado, se procede a informar a los pacientes de los resultados, que están clasificados en tres tipologías: si existe un problema por un mal uso pero no adicción, adicción, si existe adicción o, por el contrario, si no hay adicción ni uso problemático.
En el caso de que el paciente requiera de tratamiento en el centro AdCom, le harán una analítica para comprobar su estado general de salud y luego será atendido por psicología y psiquiatría. Según las necesidades de cada persona, se les podrá dar cita con Trabajo Social.
Así se establecerán los planes diseñados de forma individual a partir de la primera evaluación: un tratamiento que incluye seguimiento por parte de profesionales en el área de la salud mental, e implicación en sesiones grupales para que los pacientes desarrollen un mejor control de los impulsos implicados en su adicción.
De esta forma, se pretende paliar los crecientes problemas sociales con las adicciones y nuevas tecnologías pues, en España, un 0,7% de personas entre 15 y 64 años tiene adicción al juego. En lo que concierna a Madrid un 5,7% presenta una conducta problemática con los vídeojuegos y un 7% sí se encuentra en riesgo de adicción con el uso de las redes sociales.