Causas de la obesidad canina

Podríamos decir que la obesidad en nuestros perros afecta a aquellos ejemplares cuyo peso esta entre un 10 y un 15% por encima de su peso ideal. La obesidad es, sin lugar a duda, el problema nutricional más frecuente en nuestros animales de compañía, afectando a más del 25% de los animales que acuden a las clínicas veterinarias. Lo primero que debemos tener muy presente para conseguir tratar, y mejor aún, prevenir la obesidad, es conocer cuáles son las causas que conducen a este patológico exceso de peso:

- Factores genéticos: existen razas con mayor predisposición como Labradores, Teckel, Cocker, Basset Hound, Beagle…

- Esterilización: los machos y hembras castrados tienen hasta el doble de posibilidades de padecer obesidad.

1) Por el inadecuado control de la alimentación tras la cirugía. Mantenimiento de la misma cantidad de alimento: un animal castrado requiere hasta un 25% menos de alimento que un animal no esterilizado para mantener idéntico estado corporal.

2) Por la disminución de la actividad física: el control de las hormonas sexuales reduce el interés por el vagabundeo y la búsqueda de interacción sexual.

3) Por la variación en las condiciones hormonales: la supresión de hormonas sexuales favorece el aumento del consumo de alimento.

- Inadecuada alimentación:

1) Exceso de consumo.

2) Alimentos inadecuados: Caseros (no equilibrados), inadecuados (para la edad, condición, estado físico…) o De escasa calidad (excesos de grasas)

3) Exceso de premios. - Insuficiente actividad física.

Y lo mejor para ser conscientes del problema y actuar en consecuencia es tener muy claros los efectos secundarios que provoca la obesidad en el funcionamiento orgánico del animal:

- Aumento de enfermedades y alteraciones ortopédicas.

- Alteraciones endocrinas.

- Problemas y patologías cardiovasculares (como insuficiencia cardíaca, aumento de la tensión arterial…)

- Mayor predisposición a la aparición de neoplasias (como los carcinomas de vejiga…)

- Predisposición a diabetes. - Aumento de riesgos anestésicos. - Disminución de tolerancia al calor, dificultad respiratoria…

-Aumento de los problemas dermatológicos.

- Disminución de la capacidad inmunológica.

Este problema afecta al 25% de los canes que acuden a clínicas veterinarias