Los Dreamliners de Air Europa reducen un 20% las emisiones
► La apuesta de la aerolínea de Hidalgo por los Boeing 787 permite también vuelos un 60% más silenciosos
La decidida apuesta de Air Europa por los modernos aviones Boeing 787 Dreamliners ha permitido a la compañía que preside Juan José Hidalgo reducir en un 20% tanto las emisiones como el consumo de combustible. La aerolínea se ha marcado como objetivo preferente la sostenibilidad, añadiendo prode prode optimización de rutas, segregación de residuos, eliminación progresiva del uso de plásticos y carros de catering más ajustados a las necesidades reales de carga. Además, ha hecho recientemente su vuelo más ecológico.
Las buenas prácticas en sostenibilidad y eficiencia no son novedad en Air Europa que, desde 2012, se encuentra entre las tres únicas aerolíneas del mundo que cuenta con la acreditación EMAS, modelo de excelencia en la gestión ambiental europea. Además, desde hace casi dos décadas la compañía separa también los residuos a bordo y programa inspecciones periódicas para garantizar la correcta segregación y su posterior reciclaje. El control en el consumo de recursos naturales y una continua formación de la plantilla contribuyen igualmente a reducir su huella ecológica, ecológica, según manifiestan a La Razón sus portavoces oficiales.
«Es firme nuestro compromiso por cuidar el medio ambiente», añaden, resaltando que “hemos dado un paso más y recientemente nos hemos unido a la Aviation Alliance, que agrupa a aerolíneas y aeropuertos europeos comprometidos con el éxito del programa Fit for 55, que representa una oportunidad para que Europa se convierta en líder mundial en la descarbonización de la aviación”. El objetivo es lograr emisiones netas cero en 2050 y, al mismo tiempo, prevenir la fuga de carbono manteniendo la conectividad europea.
En su objetivo de reducir las emisiones hay que sumar medidas como la creación de una aplicación de análisis de datos de los consumos de combustible y las emisiones asociadas,así como la implantación del Proyecto Electronic Flight Bag, la creación de un comité de combustible periódico o la participación activa en grupos de trabajo del sector aéreo.
Recientemente, por otra parte, A ir Europa ha realizado su vuelo más ecológico, en una iniciativa enmarcada en el desafío «The Sustainable Flight Challenge» (El Reto del Vuelo Sostenible) que la alianza SkyTeam ha lanzado a sus aerolíneas asociadas. La finalidad es que el sector acelere la innovación y el cambio reduciendo al máximo el impacto en el medioambiente.
Las fuentes de Air Europa consultadas dijeron que dicho reto «consiste en una competición amistosa entre las compañías de la alianza, que pueden participar hasgramas ta en 14 categorías diferentes a través de la aplicación de soluciones de responsabilidad avanzadas con el objetivo de que las más exitosas se lleven a la práctica de forma constante, siempre que sea posible, para avanzar sin comprometer el medio ambiente».
El vuelo más sostenible de A ir Europa se operó el pasado 6 de mayo entre Madrid y Gran Can aria con un Boeing 787-9 Dreamliner. La aerolínea adquirió biocombustible producido a partir de aceite vegetal en la refinería de Petronor en Bilbao, como una de las medidas destacadas para evolucionar en la descarbonización del sector. El avión empleado, con capacidad para 339 pasajeros, es uno de los modelos más eficientes del mercado, capaz de reducir en un 20% tanto las emisiones como el consumo de combustible, además de aminorar su impacto acústico en un 60%, lo que supone reducir también de forma notable el ruido en las poblaciones cercanas a los aeropuertos.
La operativa del citado vuelo, para el que se trabajó en su ruta más eficiente y que contó con tripulación paritaria, incluyó también un procedimientoen tierra más sostenible. Groundforce, empresa de servicios aeroportuarios de handling, utilizó sus vehículos dotados de la última tecnología para todas las operaciones de tierra que rodean la salida y la llegada de un vuelo. Enaire colaboró en la realización de los procedimientos del ascenso y descenso, así como en la trayectoria más óptima para un eficiente consumo de combustible y, por lo tanto, la reducción de las emisiones de CO2.