Más inflación, más pobreza
La inflación iba a ser un fenómeno coyuntural, que en marzo había tocado techo. Ha sido el discurso del Gobierno hasta anteayer. Los precios son una apisonadora que empobrece a los españoles. Lo hacen en una escalada imparable. El IPC se ha disparado en julio hasta el 10,8%, su nivel más elevado desde 1984, mientras que la subyacente, sin energía ni alimentos, la más preocupante, ha aumentado hasta el 6,1%, algo no visto desde 1993. Moncloa elude la responsabilidad y se remite a un escenario global impuesto por la guerra. Eso o bien señala a la banca, las energéticas, la oposición y todo el que se ponga por delante. Lo que no explica que también en los precios seamos de los peores de Europa. El Gobierno gasta y gasta mientras se frota las manos con una recaudación récord a cuenta de la inflación que machaca hogares y empresas. Ni un mínimo gesto de contención. Escandalosamente complacido.