La Razón (Madrid)

La economía quema a Fernández: tres ministros en un solo mes

► El presidente de Argentina confía en el nuevo «superminis­tro», el peronista Sergio Massa, para calmar a los mercados e imprimir un nuevo rumbo a su criticada gestión

- José Zalla.

Laintermin­ablecrisis­políticaLa­interminab­lecrisispo­lítica y económica de Argentina vivió ayer un nuevo episodio tras el anuncio del presidente Alberto Fernández del nombramien­to de su tercer ministro de Economía en un mes. Fernández decidió cambios en otros ministerio­s, pero la designació­n de un nuevo titular de Economía en un momento crítico es la clave de bóveda del nuevo cambio de rumbo del presidente argentino.

En un momento en que el país sufre los embates de los mercados financiero­s ante las dudas sobre su viabilidad fiscal y cuando las familias viven golpeadas por la inflación mundial, el mandatario parece incapaz de dar con un gestor fiable de la economía y sortear las tensiones de su cada vez más difícil relación con la vicepresid­enta, Cristina Fernández de Kirchner, promotora de algunas de las políticas de gasto público desbocado que han llevado a Argentina otra vez al borde del abismo financiero. Con un 60% de inflación anual y un vertiginos­o aumento del dólar en el mercado paralelo, los argentinos se estremecen ante una situación que empieza a recordar peligrosam­ente a la que precedió a traumas de la historia económica de su país como «el corralito» de 2001.

La gran apuesta esta vez se llama Sergio Massa, quien tomará las riendas de una economía fuera de control y asumirá como «superminis­tro» de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultur­a, departamen­tos clave que ahora quedan bajo una sola cartera. El nombramien­to de Massa, presidente de la Cámara de Diputados desde 2019, se interpreta como un intento de devolver la credibilid­ad a la política fiscal del Gobierno, pero también como un revés para la poderosa vicepresid­enta.

Al justificar el apresurado cambio de rumbo, el presidente no dudó en señalar al agobio financiero financiero provocado por semanas de políticas erráticas desde un Gobierno dividido. «Lo que hemos vivido como país y como sociedad en los últimos meses, y en particular en las últimas semanas, nos obliga a tener una mejor coordinaci­ón, reclamando del esfuerzo solidario de las fuerzas productiva­s», señaló el mandatario en Twitter.

«La realidad de muchas familias argentinas nos indica que no hay tiempo que perder», agregó el presidente. Sin embargo, su Gobierno ha desperdici­ado unas semanas valiosas con el baile de ministros que se inició con la renuncia inesperada de Martín Guzmán.

Guzmánlide­rabalasdis­cusiones del Gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI), una negociació­n interminab­le con la que ambas partes llevan años tratando de arreglar la crisis de la deuda y establecer una vía de saneamient­o sostenible para las cuentas públicas del país. Pero sus diferencia­s con Kirchner, que desaprobab­a lo que veía como cesiones cesiones inaceptabl­es al Fondo, llevó a Guzmán a renunciar y al nombramien­to el 4 de julio de Silvina Batakis, una figura de consenso con el kirchneris­mo que salvaba así sus políticas de subsidios y gasto masivo. Su llegada al ministerio coincidió con un desplome de la credibilid­ad de Argentina y el comienzo una devaluació­n abrupta del peso que ha obligado al presidente a rectificar urgentemen­te con la apuesta apuesta por Massa. Batakis presentó su renuncia el jueves tras una reunión con el FMI en Washington que confirmó que el único camino viable para Argentina ahora es el de ordenar las cuentas. Su sucesor no lo tendrá fácil. Un informe interno del Banco Central citado por el diario «Clarín» alertó de que Argentina podría agotar sus reservas internacio­nales en solo unas semanas, por lo que captar dólares y comenzar a cubrir el gigantesco agujero fiscal serán su prioridad.

El otro gran reto será el de enfriar una economía en la que la inflación mundial espoleada por la guerra en Ucrania ha alcanzado niveles especialme­nte alarmantes y que hacen temer al Gobierno un estallido popular por el encarecimi­ento de los productos básicos. De momento, la subida de los tipos de interés decretada por el Banco Central esta semana ya contó con el beneplácit­o de Massa, que parece no tener alternativ­a que regresar a toda prisa a la ortodoxia y al entendimie­nto con los organismos internacio­nales. Que logre los objetivos dependerá en gran medida de cuán intensa sea la oposición de Kirchner. La última crisis parece mostrar que las tensiones internas en el Ejecutivo no han terminado. De él sale también el secretario de Asuntos Estratégic­os,GustavoBél­iz,muycercano al presidente. En su carta de renuncio se despidió con un mensaje a los argentinos ante lo que se avecina: «Que Dios los guarde».

La llegada de Massa supone un revés para la poderosa vicepresid­enta Cristina Kirchner

Un informe del Banco Central alerta de que Argentina podría perder sus reservas en un mes

 ?? EFE ?? El presidente argentino, Alberto Fernández, despacha con su nuevo titular de Economía, Sergio Massa, ayer, en Olivos
EFE El presidente argentino, Alberto Fernández, despacha con su nuevo titular de Economía, Sergio Massa, ayer, en Olivos

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