La Razón (Madrid)

Van Vleuten rompe el Tour

► Atacó a falta de 80 kilómetros. A 62 y con dos puertos por delante se quedó sola. Si no pasa nada hoy, el triunfo debe ser suyo

- D, García.

Annemieke van Vleuten quiso demostrar por qué es la gran favorita para el triunfo final en este Tour. La neerlandes­a ofrecía dudas durante las primeras etapas después de unos problemas gástricos que la debilitaro­n en los primeros días. Empezó a sentirse mal después de la primera etapa y llegó a pensar en retirarse, pero aprovechó las etapas con final al esprint para recuperars­e y cua ndo ha llegado su momento ha demostrado que no hay nadie más fuerte que ella.

Van Vleuten decidió correr sola, en una carrera contra sí misma desde la primera ascensión de la etapa. Quedaban 80 kilómetros para llegar a la meta cuando lanzó un ataque que sólo siguió su compatriot­a Demi Vollering, que la acompañó en la subida al Petit Ballon, la primera gran ascensión que han tenido que afrontar las ciclistas en la carrera. Un puerto de primera que empezaba a romper el pelotón sin que nadie pudiera seguir la rueda de la mejor corredora del mundo.

Porque Vollering la aguantó apenas unos kilómetros. No llegaron a 20. En la siguiente ascensión, el puerto de Platzerwas­el, Van Vleuten se aburrió de la compañía y la dejó «tirada» sin mirar atrás. Quedaban 62 kilómetros para llegar a la meta. 62 kilómetros que Van Vleuten recorrió en solitario con dos puertos por delante todavía, el final de Platzerwas­el y el Grand Ballon, a ocho kilómetros de la meta.

Para Van Vleuten era una larguísima contrarrel­oj en solitario. Para sus rivales, un suplicio, como demuestra que la anterior líder de la carrera, Marianne Vos, llegara a casi 25 minutos (24:44). No había nadie que pudiera con Van Vleuten, decidida a dinamitar el Tour y a sentenciar­lo antes de la última etapa. Lo primero lo ha hecho, para lo segundo habrá que esperar hasta la etapa de hoy.

Van Vleuten se permitía sonreír a la cámara en los últimos kilómetros, cuando ya descendía desde el Grand Ballon hacia la meta. Veía más cerca el objetivo, no sólo el de la etapa. «Increíble», repetía en varios idiomas después de cruzar la meta y de lanzar un grito de alivio. Vollering, la segunda clasificad­a, llegó a casi tres minutos y medio y ya la tiene a 3:14 en la general.

La española Mavi García llegó en decimoterc­era posición, a 10:41, lo que da una idea del desastre que provocaron las piernas de Van Vleuten. Mavi todavía sufre las consecuenc­ias de la caída que tuvo al ser arrollada por el coche de su equipo.

Van Vleuten provocó que el pelotón se rompiera en pequeños grupúsculo­s y García no pudo agarrarse a uno de los primeros, pero su buena actuación en carrera sí le ha permitido ascender en la general. Ahora es novena y hoy, en la última etapa, si físicament­e está bien, puede ser un buen día para ella. Aunque nadie puede competir con Van Vleuten.

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AP Van Vleuten ha dejado casi sentenciad­o el Tour

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