La Razón (Madrid)

Sánchez amenaza con renovar el TC en solitario

► Presión al CGPJ. El presidente asegura que el Gobierno hará en septiembre los dos nombramien­tos del tribunal de garantías que le correspond­en e insta al Poder Judicial a «cumplir la ley» y hacer lo propio

- Ainhoa Martínez.

ElEl Gobierno sigue elevando la presión sobre el Consejo General del Poder Judicial para que proceda, cuanto antes, a activar los mecanismos para la renovación de los dos magistrado­s del Tribunal Constituci­onal que le correspond­en. Primero fue la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que se aprobó en las Cortes este mismo mes de julio para introducir una salvedad al veto de hacer nombramien­tos en funciones –que se les había impuesto previament­e– y que les permite ahora, y antes del 13 de septiembre, designar a los dos nombres del tribunal de garantías que están en su mano. Estos, junto a los dos a iniciativa del Gobierno, permitirán que la mayoría del TC pase a ser progresist­a. Un factor que no es baladí, teniendo en cuenta los recursos que tiene el tribunal sobre la mesa, tales como los de la ley del aborto, la de eutanasia o la «ley Celáa».

Sin embargo, los movimiento­s del Gobierno se topan, de nuevo, con las reticencia­s que generan en el Poder Judicial. Tal como publicó este diario, fuentes del CGPJ señalaban que el relevo no iba «a ser inmediato, por mucho que se empeñara el Gobierno». El pasado 21 de julio, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, convocó un Pleno extraordin­ario para el próximo 8 de septiembre con el objeto de debatir la propuesta de nombramien­to de magistrado­s del Tribunal Constituci­onal. Lesmes exhortó a los vocales del órgano de gobierno de los jueces a consensuar de aquí a entonces a dos candidatos capaces de reunir el mínimo de 12 votos necesarios.

Sin embargo, hay algunas fuentes judiciales que dudan de que se pueda alcanzar ese umbral de apoyo, a lo que desde el Ejecutivo responden tajantes que cuentan con que el próximo 13 de septiembre el relevo ya se haya producido. Si esto no ocurriera, el Gobierno estaría dispuesto a impulsar en solitario el nombramien­to de los dos magistrado­s que le correspond­en. Así lo explicitó ayer Pedro Sánchez que, en la rueda de prensa de cierre de su gira por los Balcanes

Lesmes fijó el 8 de septiembre un pleno en el que exhorta a los vocales a llegar a un acuerdo

Occidental­es, aseguró que,«desde luego», el Gobierno designará a su cuota en septiembre. En un principio, en Moncloa se debatió impulsar, sin esperar a la renovación del CGPJ –visto el bloqueo infinito del PP–, los relevos que le correspond­ían en el TC. Sin embargo, esto provocó un profundo malestar y dudas jurídicas, por lo que Sánchez decidió sortear esta opción con la reforma anteriorme­nte citada para evitar una nueva afrenta al Poder Judicial. Aunque desde el propio Ministerio de Justicia se considera que esta opción, la de impulsar en solitario su cuota de la renovación, era viable, finalmente se optó por una solución más garantista y «jurídicame­nte impecable».

Sin embargo, esto no ha despejado el escenario y las dudas siguen sin disiparse, pese a que el propio Sánchez asegure que está «convencido de que el Consejo General del Poder Judicial cumplirá con la ley y dará los nombres y una propuesta para renovar por su parte los magistrado­s del Tribunal Constituci­onal». De no hacerlo, entienden fuentes gubernamen­tales que el CGPJ adoptaría «un posicionam­iento político» de oposición al Gobierno y provocaría un choque entre poderes. Algo que no contemplan. « Estamos seguros de que cumplirán, el CGPJ no hace política», señalan desde el Ejecutivo.

Mientras, en Moncloa mantienen la presión en una doble vertiente: al CGPJ, amagando con renovar el TC en solitario, y al PP, que mantiene bloqueado el Poder Judicial, y a quien acusan de «secuestrar» el Consejo General del Poder Judicial, que casi va a doblar su mandato en funciones. En Moncloa, no obstante, asumen que la renovación es prácticame­nte «imposible», porque quien la tiene «en sus manos» son los populares y ya aseguraron que «nunca» lo facilitarí­an si el Gobierno no retiraba la reforma que se ha aprobado en las Cortes.

En este sentido, la percepción que trasladan desde Génova al Ejecutivo es que el bloqueo no les genera ningún coste político, porque creen que en un año ganarán las elecciones y serán ellos quienes estén en el poder. «Si un partido se califica como constituci­onalista, tiene que cumplir con la Constituci­ón todos los días del año, no cuando a él le convenga. Por tanto, hago un nuevo llamamient­o al principal partido de la oposición para que después de más de mil días cumpla con la Constituci­ón y desbloquee esta renovación», exigió Sánchez desde Albania.

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