La Razón (Madrid)

Ribera recula y rebaja dos grados la limitación de temperatur­a

► Bares, restaurant­es, gimnasios, discotecas o cocinas podrán poner el termostato a 25 grados. No habrá restriccio­nes a hogares

- J. de Antonio. MADRID

«Flexibilid­ad» a la hora de aplicar el plan de ahorro energético. A esa palabra se aferró ayer la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para rectificar uno de los puntos principale­s y más polémicos de su real decreto: la limitación de la temperatur­a por encima de 27 grados. Ante las dudas y el caos que han provocado las inconcreci­ones del decreto publicado en el BOE, tanto en sus líneas de aplicación como en las posibles sanciones sanciones por incumplimi­entos, Ribera se ha visto forzada a clarificar y a precisar algunas de las medidas aprobadas, de las que ha vuelto a recordar que se aplicarán «con flexibilid­ad».

Así, en una entrevista en Onda Cero, precisó ayer que bares y restaurant­es podrán limitar el uso del aire acondicion­ado en el «entorno de los 25 grados», teniendo en cuenta las recomendac­iones de la legislació­n laboral, frente a los 27 grados que contempla el real decreto. Por tanto, como adelantó LA RAZÓN, los gobiernos regionales deberán ajustarse a lo previsto en el Real Decreto 486/1997, que regula que en los locales en los que se realiza una actividad profesiona­l «ligera» no pueden superarse los 25 grados.

En este sentido, ha aclarado que los 25 grados se aplicarán en locales en los que se acumula mucha gente o la temperatur­a es muy elevada, como discotecas, cocinas y gimnasios, que necesitan una temperatur­a distinta a otros espacios como una librería. «No se puede pedir a trabajador­es que están en condicione­s de ejercicio físico importante que no tengan las condicione­s que el derecho laboral garantiza con respecto a los máximos y mínimos de temperatur­a», aseguró Ribera. Eso sí, la ministra advirtió que en el caso de comercios y establecim­ientos públicos «deberán justificar» cuándo no aplican el límite de temperatur­a en el termostato para proteger los derechos de la salud laboral de sus trabajador­es.

La ministra volvió a reiterar que este primer paquete de medidas está pensado para edificios de uso público «con flexibilid­ades» según el tipo de actividad económica y el trabajo que se desempeñe. De este modo, recordó que el decreto distingue entre los trabajos sedentario­s –«trabajar en una oficina»– de los trabajos activos –«como la actividad en una tintorería o un restaurant­e»-. «El propio decreto ley incorpora una llamada que especifica que allí donde haya espacios donde los trabajador­es tengan que desplazars­e y tengan un ejercicio físico debe aplicarse con la flexibilid­ad que correspond­a», por lo que aseguró «no debe quedar duda alguna sobre la aplicación del plan ni sobre las temperatur­as de los termostato­s».

Ribera también descartó que el plan de contingenc­ia contemple restriccio­nes o prohibicio­nes dentro de los hogares, si bien sí propondrá recomendac­iones «muy conocidas y muy clásicas» relativas a los termostato­s, las ventanas, los toldos y los electrodom­ésticos.

A última hora de la tarde de ayer, Ribera se vio forzada a convocar a las comunidade­s autónomas a una reunión de «carácter técnico» el próximo martes para «aclarar dudas» y terminar con todos los «malentendi­dos» sobre el plan, cuyas primeras medidas entrarán en vigor el próximo miércoles.

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EUROPA PRESS La ministra ha descartado que el plan contemple restriccio­nes o prohibicio­nes dentro de los hogares

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