Carburantes y petróleo
Juan Ramón Rallo
ElEl precio del petróleo se halla aproximadamente al mismo nivel que antes de la guerra en Ucrania pero los carburantes parece que no están bajando en la misma medida. En particular: justo antes de la guerra en Ucrania, el barril de petróleo Brent tenía un precio de 96 dólares, exactamente el mismo que registró en el día de ayer. Por esas fechas, el precio promedio de la gasolina sin plomo 95 estaba en 1,6 euros por litro, mientras que el del gasóleo se ubicaba en 1,48 euros por litro; ayer, sin embargo, ambos carburantes marcaban un precio medio de 1,84 euros por litro, es decir, la gasolina sigue un 15% más cara que antes de la guerra y el gasóleo casi un 25%.
¿Por qué motivo? Primero, la depreciación del euro. Antes de la guerra, un euro compraba 1,14 dólares y hoy apenas 1,02. Dicho de otro modo, el precio del petróleo en euros ha subido un 11%, casi tanto como la gasolina, pero aun así bastante menos que el encarecimiento del gasóleo.
Segundo, el barril de crudo no es el único coste que ha de soportar una estación de servicio antes de poder suministrar carburante a sus clientes: otro gran coste a tener presente es el del refino.
Y, en este sentido, los precios del refino se han disparado durante los últimos meses por la ausencia de capacidad de refino global de países productores y receptores y por el incremento de los precios del gas
El elevado coste del refino ha disparado el precio del gasóleo
(combustible que se usa mayoritariamente para refinar gasóleo).
Precisamente por esto último, el precio del gasóleo ha aumentado mucho más que el de la gasolina: porque el coste de su refino también se ha encarecido de manera más acusada.
Por consiguiente, si los precios del crudo se mantienen a los niveles actuales, probablemente todavía quede cierto margen de abaratamiento de los carburantes, pero ese margen es bastante más estrecho de lo que muchos creen.