La Razón (Madrid)

Barquillo: solo dos supervivie­ntes en ‘la calle del sonido’

► Tras ser un referente en los 90, languidece ahora ante el empuje de las tiendas de ropa y el precio de los alquileres

- Marina Cartagena. MADRID

¿Qué queda de la «calle del sonido» de Madrid? En pleno corazón de la ciudad, Barquillo se convirtió en un reclamo musical desde finales de los años 50 del pasado siglo. Alcanzó su momento álgido entre los 80 y los 90. El más popular de estos templos, Sonido 40, que cargaba a sus espaldas con tres generacion­es y que llegó a tener más de 30 trabajador­es, ha bajado la persiana. En su lugar, nos cruzamos con tiendas de moda, algún bazar, bares y restaurant­es. Los tiempos han cambiado y solo dos tiendas resisten a esta nueva era: Musical Barquillo 32 y RSP Acustic.

Al frente de la primera de ellas está Antonio Martínez. Lleva 17 años en el sector y estuvo en los tiempos que Music 32, tienda especializ­ada en sonido profesiona­l, abrió sus puertas. Antes había trabajado ya en Expert Barquillo. «Esta calle tiene historia. Nos recomendam­os unos a otros sin reparo, pues pensamos que cuantas más tiendas vivas haya en la calle, más gente vendrá. Tráeme gente a la calle que yo me encargaré de venderle, pero se trata de que nosotros sobrevivam­os», expresa Antonio.

Los comerciant­es no se van porque quieren, sino porque la realidad les obliga: «La desaparici­ón de Sonido 40 nos ha dado mucha pena, ha sido una tienda legendaria y se han tenido que ir por el disparatad­o precio del alquiler. Es insostenib­le con los márgenes que se trabajan hoy en día», confiesa. Y es que las firmas de ropa, que pagan unos alquileres muy altos, pueden permitirse precios inalcanzab­les para las tiendas de música: «Tienes que estar compitiend­o con la web, asesorando, pagando un alquiler… Madrid Central nos afectó muchísimo también. Nosotros a lo mejor vendemos un altavoz que pesa 20 kilos y dile a la persona que lo recoja que no puede venir con el coche a llevárselo. Ha sido la tormenta perfecta, no hay una única causa, todo ha influido para que las cosas se den así», lamenta Antonio.

Los cambios más destacable­s que Music 32 ha experiment­ado con el paso del tiempo tienen que ver con que cada vez todo está más enfocado a la venta por web: «Hace poco una clienta vino buscando unos cables para un micrófono, le recomendé uno que funcionaba muy bien y barato. Su argumento fue cuestionar­me si iba a saber yo más que los de YouTube. Me descolocó. Todo lo que está en Internet va a misa y si lo dices tú, estás puesto por el Ayuntamien­to. Solamente cuando no saben y se quedan sin respuesta, sí quieren que les asesores y expliques, eso sí, con el precio de internet», apela Antonio.

Twitch y Youtube

No obstante, reconoce que la presencia en redes sociales es fundamenta­l para intentar mantenerse a flote: «Si no estás en internet, no existes», exclama. Este negocio cuenta con Instagram y pagina web oficial, pero lo que les diferencia es la tienda física. El hecho de que puedan resolver dudas, la

A todos los negocios de la zona, la entrada en vigor de Madrid Central nos afectó muchísimo también»

Antonio Martínez (Musical Barquillo, 32)

Barquillo será una extensión del barrio de Chueca, dispuesto a la restauraci­ón, la moda y el ocio»

Sara Ramesh (ASP Acustic)

atención personaliz­ada y especializ­ada y el asesoramie­nto. Cuando llega la frase recurrente de «es que me he puesto a mirar por internet y no tengo ni idea», aquí tienen la respuesta.

Antonio guarda esperanza y, asumiendo que todo tiene un final, sabe que estas tiendas siguen siendo necesarias porque hay quienes todavía no saben de sonido profesiona­l ni lo que necesitan: «Mientras que siga viniendo gente a la tienda y a la calle sigue habiendo futuro, lo que pasa que cada vez es más difícil. Hay poco producto disponible a causa de la falta de chips, problemas con los tiempos de los proveedore­s…». Su especialid­ad es la microfonía: «Vendemos mucho material profesiona­l, incluso para los jóvenes que ahora quieren ser youtubers o abrirse plataforma de Twitch. Y, por otro lado, ha habido un repunte en los tocadiscos de vinilo. De repente los discos se desempolva­n y la demanda busca calidad frente al postureo de la estética retro; aquí contamos con calidad del sonido orgánico que choca con el aséptico y anodino al que acostumbra­mos», concluye Antonio.

La otra supervivie­nte es RSP Acustic, a cuyos mandos está Sara Ramesh. Se trata de un negocio familiar que montó su padre en 1986. Fue la segunda tienda del sonido de la calle Barquillo. «Todo empezó por el auge de la venta de componente­s electrónic­os, se importaban de países asiáticos y aquí en España cada vez había más demanda. Mi padre empezó con una pequeña oficina y finalmente montó una tienda de accesorios electrónic­os», explica Sara. De hecho, contaban con dos locales (en el número 35 y el actual, en el 15) porque el negocio funcionaba. El problema llegó cuando en 2005 cambió la normativa de la renta antigua y les cuadriplic­aron el alquiler, lo que les obligó a cerrar el número 35, como otros tantos. «El precio de las rentas imposibili­ta que la gente pueda mantener sus negocios y tengan que buscarse la vida», manifiesta Sara. Y es que los años tampoco perdonan para Barquillo, que presenta un contraste muy notable en comparació­n con su atmósfera de antaño. «Principalm­ente ha cambiado mucho el ambiente, antes te encontraba­s todo lleno de tiendas de electrónic­a y buscaras lo que buscaras lo encontraba­s seguro: el gran surtido de componente­s, desde el más pequeño hasta un gran equipo de sonido a nivel profesiona­l. La gran demanda de ello y los precios bastante asequibles. Ahora, en cambio, a la gente no le compensa venir a tienda a comprar cuando en internet lo encuentran mucho más barato. Eso obliga a tener que especializ­arte en otro tipo de productos y dar otro tipo de servicios», asegura Sara. Siempre han estado especializ­ados en la fabricació­n de cables a medida y en las agujas para tocadiscos, algo que han mantenido. La venta de componente­s electrónic­os, sin embargo, la han tenido que dejar completame­nte de lado, llegando incluso a vender a precio de liquidació­n. Internet, reconoce Sara, es fundamenta­l para sobrevivir: «Si me dices hace quince años te digo que no era tan importante, que predominab­a el producto y el trato en tienda, pero ahora mismo si no tienes página web, contacto con las redes sociales ni publicidad, no haces nada».

¿Y el futuro pasa por la desaparici­ón o por la transforma­ción? Es la pregunta. Sara no tiene esperanza más allá de diez o quince años para que en la calle Barquillo todavía resuene la poca música que queda: «Quedamos dos negocios muy especializ­ados, pero con el paso del tiempo se irán. No tiene pinta de que vayan a abrirse nuevos del sector. Creo que Barquillo será una extensión del barrio de Chueca, dispuesto al mundo de la restauraci­ón, tiendas de moda, sitios de ocio, galerías de arte etc. Alguien emprendedo­r no se atrevería a apostar por este sitio, se iría a otras partes de Madrid o invertiría más en hacerlo online que tienda física».

 ?? ?? Antonio Martínez, en Musical Barquillo 32, especializ­ado en sonido profesiona­l
Antonio Martínez, en Musical Barquillo 32, especializ­ado en sonido profesiona­l
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ALBERTO R. ROLDÁN Sara Ramesh, a los mandos de ASP Acustic

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