Morata, como Piqué
► El capitán de España recibió los pitos del Santiago Bernabéu contra Brasil, lo que despertó la indignación del seleccionador
Morata escuchó los pitos del Bernabéu. No es habitual que un jugador sea silbado por su propia afición cuando viste la camiseta de la selección. Es algo que parece del pasado, un «privilegio» reservado para Gerard Piqué, aunque en su caso se mezclaba lo deportivo con lo político. Su presunto independentismo, sobre el que nunca se ha pronunciado, hacía que le pitaran incluso cuando vestía la camiseta de la Roja. Daba igual que dijera que España y Cataluña «perderían si se separaran». Los pitos seguían sonando.
En el caso de Morata no hay motivación política. Y deportiva, tampoco. Aunque la excusa sea que ahora juega en el Atlético después de haber jugado en el Real Madrid. «Me duele en el alma que en mi país piten a un jugador de la selección. El capitán, que es un referente para nosotros. Me duele en el alma y cuando oigo esos pitos siento vergüenza», confesaba el seleccionador, Luis de la Fuente, después del partido contra Brasil.
Morata escuchó silbidos durante todo el partido, pero especialmente cuando dejó el campo para ser sustituido por Oyarzabal. «Ha sido una minoría, que otras veces insultan a alguien o se meten en otras cosas. Siempre hay gente que da la nota. El estadio ha tenido un comportamiento fantástico, la afición volcada, el campo lleno, pero desgraciadamente, como español, siento vergüenza cuando alguien se atreve a pitar a un futbolista español defendiendo los colores de nuestro país. Yo siento vergüenza. Es verdad que la gran mayoría ha apoyado a España y ha disfrutado muchísimo de un espectáculo fantástico», se lamentaba el seleccionador.
Estaba muy dolido De la Fuente porque la cultura de la afición española pone a los clubes por encima de la selección. «Deberíamos hacer un ejercicio de autocrítica. Es trabajo de todos educar en un sentimiento nacional y de apoyo a la selección. En la mayoría de los sitios donde vamos nos reciben fantásticamente, los públicos están entregados, pero siempre puede haber algún torpe que mete la pata. Nuestro trabajo debería ser educar a la gente en que estamos representando a nuestro país. Esta es la selección de todos, aquí los colores de los clubes tenemos que dejarlos aparte», se lamenta.