China propone un diálogo de paz sobre Ucrania
► Xi recibe a Lavrov en Pekín mientras promueve una conferencia reconocida por Moscú y Kyiv en la que participen como «iguales»
El presidente chino, Xi Jinping, se reunió ayer con el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en una muestra de apoyo mutuo y oposición consensuada a las democracias occidentales, y transmitiendo a otros mandatarios el mensaje de que sus esfuerzos por aislar a Moscú debido a la invasión de Ucrania están fracasando. Ambas potencias encuentran aliento en su resistencia frente a la creciente presión occidental, respaldados por el apoyo tácito de los «Estados pendulares» geopolíticos del Sur Global.
El jefe de la diplomacia rusa aterrizó el lunes en Pekín para una visita de dos días, durante la cual se reunió con el líder chino y con su homólogo, Wang Y. El periplo está precedido por la sugerencia del presidente ruso, Vladimir Putin, el mes pasado, de que estaba considerando China para su primer viaje al extranjero tras su victoria en las elecciones del mes pasado. Un logro muy elogiado por el régimen comunista chino. «Nuestras relaciones diplomáticas, que se prolongan desde hace 75 años, no solo han beneficiado a sus pueblos, sino que también han desempeñado un papel constructivo para garantizar la justicia y la imparcialidad internacionales», declaró Xi tras la inesperada reunión.
Se trata del primer encuentro entre Lavrov y Xi en seis años y resulta destacable, ya que los jefes de Estado no suelen reunirse habitualmente con los ministros. Precisamente, su último encuentro, en 2018, se produjo semanas antes de una visita de Estado de Putin a China, su primer viaje de este tipo tras ganar otras presidenciales rusas. A partir de entonces, las dos naciones han intensificado sus relaciones económicas, comerciales y diplomáticas, incluso tras el inicio de la guerra.
Aunque Pekín se proclama neutral en la contienda, se ha convertido en un salvavidas económico clave para una aislada economía rusa y en un firme socio diplomático, ya que ambos se oponen a lo que consideran una contención por parte de Occidente. Por su parte, China niega con vehemencia haber suministrado apoyo militar directo a Rusia, pero la ha respaldado diplomáticamente al culpar a Occidente de provocar la decisión de Putin de lanzar la guerra, absteniéndose de calificarla de invasión en deferencia al Kremlin. El ministro de Exteriores chino comunicó a su ilustre invitado que apoyan la celebración de una conferencia de paz internacional «reconocida tanto por Rusia como por Ucrania», en la que «participen por igual todas las partes y en la que todos los planes se discutan de forma justa». Unas declaraciones que se producen en un momento en que siguen aumentando los interrogantes sobre cómo poner fin a la devastadora guerra.
Las anteriores rondas de conferencias internacionales de paz han contado con el respaldo de Kyiv y no han incluido a Moscú, ya que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, busca un amplio apoyo para su fórmula de paz, que exige la retirada completa de las tropas rusas. Unas conferencias que tanto el Oso como el Dragón consideran «ineficaces», argumentando la necesidad de tener en cuenta las preocupaciones de todas las partes implicadas y «no perseguir exclusivamente la fórmula de paz apoyada por el supuesto presidente Zelenski». Y deseó una tregua lo antes posible.