Diez veces más fijos discontinuos de los que admite Yolanda Díaz
► Un estudio de Fedea cifra estos inactivos en 518.000, frente a los apenas 55.300 que afirma la ministra de Trabajo
«El enorme crecimiento de la contratación de fijos discontinuos con la reforma laboral ha servido para reducir drásticamente la temporalidad porcentual, pero no ha resuelto el problema de la temporalidad real, que sigue siendo muy importante» Así lo considera el profesor e investigador de Fedea Florentino Felgueroso, que ha publicado el estudio «¿Cuántos son los trabajadores fijos discontinuos?», en el que junto a Marcel Jansen y Ángel de la Fuente han analizado las «limitaciones de las estimaciones del stock de fijos discontinuos» realizadas con datos a cierre de 2022 –los últimos cuantificables– a partir de las series de afiliación de la Seguridad Social, demandantes de empleo del SEPE y de la EPA, «tres fuentes que han puesto de manifiesto la dificultad para obtener datos fiables».
Felgueroso ha afeado a las instituciones públicas los déficits que hay en la contabilización de los fijos discontinuos en España, empezando por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que solo incluye en la EPA a quienes son fijos discontinuos en su empleo principal, mientras que la afiliación a la Seguridad Social solo engloba a los pertenecientes al Régimen General y no a específicos como la agricultura o el empleo doméstico. Y el Ministerio de Trabajo y el SEPE tampoco han escapado a sus críticas, ya que les ha reprochado que sigan sin publicar los datos desagregados de activos e inactivos. Desde Trabajo siempre han justificado la no publicación de estas cifras porque son datos que dependen de las autonomías.
Pero las conclusiones de Fedea son claras y las cifras distan mucho de las que ha ofrecido hasta ahora la ministra Yolanda Díaz. Basándose en microdatos de la muestra continua de vidas laborales de 2022, cifra el número de trabajasemana dores fijos discontinuos en 1,42 millones de personas, sumando activos e inactivos, por lo que multiplica por más de dos la existente antes de la reforma laboral de 2021, tras dispararse en 2,3 millones el número de este tipo de contratos, dos millones más que en los dos decenios años anteriores. Por ello, establece un «stock» de trabajadores fijos discontinuos de 731.000 trabajadores que estarían en actividad y de 753.000 inactivos, aunque de ellos la cifra cuantificable para saber los inactivos que realmente están sin empleo conocido sería 518.000 –excluidos los inactivos que estaban en alta en otros empleos–, una situación que advierten es «una tendencia al alza». Es decir, diez veces más que los 55.300 que admitió Díaz la pasada, un dato que sería comparable porque «las cifras actuales apuntan a que sean muy similares a la que había en 2022».
En el caso de que se tengan en cuenta los datos del SEPE, desde abril de 2022 hasta marzo de 2024 se han realizado 4,9 millones de contratos fijos discontinuos, cerca de 1,6 millones más de los que realizaron en los 22 años anteriores, con un peso sobre el total de la contratación indefinida que ha alcanzado casi el 34%, desde el 9,1% de antes de la reforma. El estudio apunta que el 22,4% de las relaciones laborales con contratos fijos discontinuos que tuvieron algún periodo de actividad en 2022 acabaron antes de fin de año con una ruptura o interrupción debida a causas distintas del pase a situaciones de inactividad, esencialmente por abandono voluntario del trabajador o por despido. El 27% de los fijos discontinuos está pluriempleado y afecta en gran medida a los jóvenes de 16 a 24 años, que son el 22% del total.