Reaparecen los dos libros sobre el Holocausto de Stanislaw Lem
Se recuperan las novelas «Entre los muertos» y «El regreso» , que no se publicaban en todo el mundo desde los años 60 y que reúnen sus vivencias sobre el genocidio judío
tarse lo único que les queda: la vida. Durante años, el escritor polaco decidió ocultar su pasado judío y prescindir de los recuerdos que guardaba de ese periodo negro donde la existencia de los hombres carecía de valor alguno. Las recurrentes preguntas que años después, cuando gozaba de una merecida fama por su imaginación y talento literario, le hacían sus seguidores, eran eludidas por él con enorme discreción y con la astucia propia del que ha aprendido a pasar de puntillas sobre las áreas más incómodas de su pasado.
Estrellas amarillas
La realidad es que él transitó por todos los cauces de esa tragedia. Lo hizo con una enorme intensidad emocional porque le tocó ser uno de sus protagonistas. A partir de 1941, no le quedó más remedio que aceptar las reglas impuestas por los invasores germanos y lució el distintivo de una estrella amarilla en la ropa que marcaba su condición religiosa. Durante los años siguientes, perdió a su familia en el Holocausto. Solo sobrevivieron él y sus padres, Samuel y Sabina, que, entre diversas vicisitudes y golpes de suerte, escaparon de manera sucesiva de los pogromos, los campos de concentración y el sinfín de asesinatos que se cometían bajo el paraguas de las leyes arias, que consentían todo tipo de abusos con una absoluta impunidad.
Lem, autor de uno de los grandes clásicos de la ciencia ficción, «Solaris», había dado a la imprenta unos volúmenes donde contaba a través de la novela estas descarnadas experiencias. En 1946, amparándose en la ficción, publicó « El hospital de la transfiguración», una historia donde reflejaba las vivencias de un joven doctor que trabajaba en un hospital psiquiátrico a inicios de la contienda. Un lugar que le permitirá convertirse en testigo directo de los experimentos que los servidores del Führer cometieron contra los pacientes ingresados en aras de una ciencia muy mal entendida y, también, de una buena dosis de sadismo.
Este volumen se publicó en medio de un contexto político particular: el realismo socialista de la