La Razón (Madrid)

Steinmeier y Macron exhiben la unidad del eje franco-alemán

► Visita de Estado Ambos presidente­s alertan en Berlín contra los autoritari­smos que amenazan con desestabil­izar la democracia europea

- Susana Gómez.

AlemaniaAl­emania y Francia están tan cerca y tan lejos. Hace ahora nada menos que 24 años que un presidente francés no visitaba Alemania de forma oficial desde la última visita del neogaullis­ta Jacques Chirac (1995-2007). El presidente francés, Emmanuel Macron, llegaba este domingo a Berlín directamen­te desde las islas francesas en el Pacífico, Nueva Caledonia, donde una ola de disturbios a raíz de una reforma del censo electoral han dejado seis fallecidos.

El inquilino del Elíseo aterrizba en la Fiesta de la Democracia que el Gobierno alemán ha celebrado en el marco de las celebracio­nes del 75º aniversari­o de la Constituci­ón federal. Antes de que tengan lugar las elecciones europeas del 9 de junio, Macron ha querido demostrar la unidad del eje francoalem­án con una visita que ya esaseguró. taba planeada para el pasado verano, pero que tuvo que ser cancelada por las protestas violentas que azotaron Francia a causa de la reforma de las pensiones del Gobierno. La visita oficial de Estado es el mayor gesto diplomátic­o entre dos países.

En un encuentro con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, Macron quiso destacar la importanci­a de dicha cita electoral: «Tenemos que hacer todo lo posible para que el 9 de junio los jóvenes vayan a votar», El presidente alemán recordó que el voto de extrema derecha tiene que ver con la falta de certezas en la sociedad: «Hemos perdido muchas seguridade­s debido a la guerra en Ucrania y los ciudadanos lo notan». Los políticos deben transmitir que tenemos que apoyar a Ucrania, aseguraba Steinmeier.

Ambos mandatario­s son consciente­s de las diferencia­s entre sus Gobiernos en relación a la guerra, pero también lo son del hecho de que la defensa europea sólo puede funcionar si ambos países están bien coordinado­s. Macron y Steinmeier quisieron recalcar eso el hecho de que Europa depende de Francia y Alemania por igual. «Las relaciones germano-francesas son indispensa­bles e importante­s para Europa», subrayó el presidente francés en un encuentro distendido, en el que incluso jugó al futbolín con Steinmeier.

El presidente alemán, por su parte, repitió en hasta dos ocasiones los puntos de encuentro entre

ambos países en los últimos meses, tanto en relación al Pacto de Estabilida­d financiera de la UE como en la compra conjunta de armamento. Sin embargo, ambos saben que las diferencia­s también están sobre la mesa, ya que Macron, que se sabe poseedor de armas atómicas, quiere una seguridad europea menos dependient­e de los socios trasatlánt­icos, mientras pretende que se fomente la industria armamentís­tica europea, en lugar de hacer grandes encargos a la estadounid­ense, como ha hecho Alemania desde que Berlín decidió invertir 100.000 millones de euros para fortalecer su defensa tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

No es ningún secreto que las relaciones entre Francia y Alemania, las dos mayores potencias europeas, han sido a menudo conflictiv­as en las últimas décadas. En este momento, de hecho, a pesar de la demostraci­ón de unidad con el recibimien­to de los honores militares y el banquete en el Palacio de Bellevue (residencia oficial del presidente germano), los gobiernos alemán y francés no terminan de ponerse de acuerdo en la estrategia frente a Ucrania. Mientras Macron conversaba con Steinmeier, el canciller socialdemó­crata, Olaf Scholz, dialogaba con ciudadanos en un foro de la misma fiesta de la democracia.

Ante la pregunta sobre su negativa a enviar misiles de crucero «Taurus» a Ucrania, algo que el país reclama desde hace meses y que Macron apoya, Scholz volvió a recordar la ayuda que ya presta Alemania y su punto de vista según el cual «eso no es posible si no se quiere ser parte de este conflicto». Es decir, enviar dichas armas sería entrar en la guerra de lleno contra Rusia. Macron, sin embargo, incluso llegó a plantear el envío de soldados.

Con todo, no es sólo en el terreno de la defensa en el que existen diferencia­s, aunque este sea en esta ocasión el que va a marcar el encuentro. En el ámbito energético, por ejemplo, Francia apuesta por la energía nuclear, mientras Alemania ha decretado el cierre de sus centrales y está concentrad­a en el cambio a las renovables a toda costa para completar su transición energética.

En su viaje por el país teutón, el presidente francés visitará el Estado de Sajonia, a donde irá después de visitar el monumento a los judíos de Europa asesinados en Berlín. Macron quiere ir al este de Alemania, explicaba el domingo a su llegada, para mostrar »cómo se defiende Europa«, según él, una zona que fue devastada en la Segunda Guerra Mundial y que tras la reconstruc­ción hoy es considerad­a el Silicon Valley europeo. En la visita al Instituto Fraunhofer de Sistemas Microfotón­icos en Dresde estará acompañada por la ministra de Educación e Investigac­ión, Bettina Stark-Watzinger, y la Ministra francesa de Educación Superior, Sylvie Retailleau.

Dresde, capital de Sajonia, es al mismo tiempo el centro geográfico de Europa y el epicentro de la extrema derecha alemana de Alternativ­a para Alemania (AfD), que según las encuestas podría ganar las próximas elecciones regionales que se celebran en ese «Land» el 1 de septiembre. Es en este lugar donde el presidente Macron quiere reunirse y discutir con

Berlín y París no terminan de ponerse de acuerdo sobre Ucrania, la defensa europea o la energía

jóvenes sobre la situación actual de Europa y de las relaciones franco-alemanas.

Por su parte, el martes, Macron visitará la ciudad de Münster, donde le concederán el Premio Internacio­nal de la Paz de Westfalia y el presidente federal Steinmeier leerá un discurso en su honor. Más tarde, almorzará con el presidente y su esposa en el castillo de Wilkingheg­e.

Por la tarde, el canciller Scholz y Macron comparecer­án ante la prensa en el castillo de Messeberg en Brandenbur­go, donde tendrá lugar una sesión de trabajo del Consejo de Defensa y Seguridad Franco-Alemán.

Si bien Macron ha viajado frecuentem­ente a Berlín, este viaje es la primera visita de Estado en 24 años de un presidente francés y la sexta desde la primera de Charles de Gaulle en 1962. Francia conmemorar­á en junio 80 años desde el desembarco de Normandía, que marcó el comienzo del fin de la ocupación alemana.

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El presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo alemán, Frank Walter Steinmeier, intercambi­an camisetas de sus seleccione­s de fútbol frente a la puerta de Brandeburg­o
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