Rivera toma la bancada de Casado, y Vox al gallinero
La distribución se acordó sin el consenso de PP y Ciudadanos, que compartirán la misma fila
Todos los grupos parlamentarios ansiaban la primera fila para tener una mayor visibilidad y situarse a tiro de cámara en las transmisiones de los plenos, pero las mayorías mandan y en el reparto de los escaños del Hemiciclo unos salieron mejor ubicados que otros.
La Mesa del Congreso de los Diputados decidió en su reunión de ayer la ubicación de los distintos partidos para esta legislatura. La mayoría de PSOE y Unidas Podemos impuso su criterio, que no es otro que colocar a los diputados de Ciudadanos a la derecha, con el consiguiente malestar de la formación naranja que se autodefine de centro, y a los 24 parlamentarios de Vox también en esta zona, aunque en la parte alta, el conocido como gallinero. Esta ubicación les restará la visibilidad que buscaron el día de la Constitución de las Cortes, cuando ocuparon los escaños que tradicionalmente pertenecen al PSOE.
La distribución se acordó sin el consenso de PP y Ciudadanos, que compartirán bancada en la parte derecha de la Cámara. Tanto Pablo Casado como Albert Rivera estarán en la misma fila, cada uno en un extremo, proyectando aún más si cabe la batalla entre ambos mandatarios por liderar este espectro político. De hecho, los naranjas, que la pasada legislatura ocupaban el centro, se ven ahora escorados a la derecha y expresaron su malestar votando en contra. El PP no participó en la votación.
Los socialistas mantendrán su actual ubicación a la izquierda y la ampliación de su grupo parlamentario hace que Unidas Podemos se desplace hasta la bancada central, donde se ubicarán también las fuerzas nacionalistas e independentistas. Todo apunta a que Pablo Iglesias, Irene Montero y otros dos dirigentes ocuparán la parte baja de este sector central, una ubicación que les asegura una gran visibilidad. En el mismo nivel, pero a la derecha, estarán los nacionalistas vascos, quienes otra vez gozarán de una posición privilegiada, pese a su escasa representación parlamentaria, ya que solo cuentan con seis escaños. Precisamente, la portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, criticó «la posición de honor» de los vascos en el centro del «queso» donde antes se situaban los diputados naranjas. Detrás de los nacionalistas vascos se situarán los diputados de ERC.
En las filas superiores, el PSOE y Unidas Podemos situaron a los diputados del Grupo Mixto, integrado por Junts, Bildu, Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro, Compromís y el Partido Regionalista Cántabro, que también tienen algún escaño en la zona superior de la franja del PSOE.
Esta imposición de los socialistas y los morados desató las críticas entre varios miembros de Vox y Ciudadanos. El diputado de Vox por Badajoz, Víctor Sánchez del Real, fue uno de los más duros al escribir en Twitter que su formación estará rodeada de «etarras, golpistas y más golpitas». Mediante un esquema del Hemiciclo con varias anotaciones, el diputado tachó a los cuatro diputados de Bildu de «etarras», a los siete de JxCat de «golpistas (Waterloo)», a los 15 de ERC de «más golpistas (sección carcelaria), a los seis de PNV, «recoge nueces» y a los 42 de Podemos «amigos de los otros». El propio portavoz de la formación verde reaccionó con una pregunta «¿nos gusta el gallinero? Pues no, pero venimos llorados de casa». Tras quitarle hierro al asunto, anunció que el partido recurrirá la ubicación
Sin todavía arrancar los plenos en el Congreso, el reparto de asientos provocó el primer rifirafe entre sus señorías, cuyas diferencias auguran un curso político bronco y lleno de desacuerdos.