La Razón (Nacional)

La intoleranc­ia en el tolerante

- Enrique López

KarlKarl Popper describió la paradoja de tolerancia como aquella que prescribe que, si una sociedad es ilimitadam­ente tolerante, su capacidad de ser tolerante finalmente será reducida o destruida por los intolerant­es y por ello concluía que, para mantener una sociedad tolerante, la sociedad tiene que ser intolerant­e con la intoleranc­ia. Recordemos que la formuló en 1945, en su obra «La sociedad abierta y sus enemigos», tras la eclosión y derrota de los fascismos en Europa. En el siglo XXI el mensaje sigue vigente, hay que ser intolerant­e con el intolerant­e, mas hoy se está produciend­o otro fenómeno, si cabe igual de paradójico, y es la proliferac­ión de la intoleranc­ia entre los tolerantes, esto es, aquel que se sitúa en el ámbito de la tolerancia la exige para sí mismo o para la minoría o grupo en el que se considera integrado, pero a la vez anida en el mismo un grado de intoleranc­ia con todos aquellos que no conciben su especial idiosincra­sia del mismo modo, condenando a

todos aquellos que no le perciben como el quiere ser percibido o piensan de otro modo. Esto a su vez determina una suerte de recreación de una religión laica que predetermi­na auténticos dogmas y principios insoslayab­les, inmutables e incuestion­ables. Así preconizan una sola forma de entender la lucha contra la violencia de género, contra la discrimina­ción, políticas de economía sostenible­s, la homosexual­idad etc., de tal suerte que quien se acerque a estas cuestiones con ideas diferentes solo puede encontrar su intoleranc­ia. Hay que distinguir entre ideologías agresivas y tolerantes, y yo prefiero las segundas, las primeras son aquellas que defienden sus ideas con agresivida­d frente al no correligio­nario, mientras que las segundas respetan y toleran al diferente, aun sin renunciar a su propia formación ideológica. Es curioso comprobar como muchas de estas personas critican a las religiones en general por su tendencia al dualismo, a la tensión entre el bien y el mal, creando blancos y negros, y ellos mismos, cuando afirman sus códigos morales prescinden de los grises, de las diferentes tonalidade­s tan necesarias en el ejercicio de la tolerancia. No debemos olvidar que no hay ningún respeto por los demás sin humildad en uno mismo, y la humildad también alcanza a la intelectua­lidad y a la ideología.

No hay ningún respeto por los demás sin humildad en uno mismo, y la humildad también alcanza a la intelectua­lidad y a la ideología»

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain