Tregua en Sol para frenar al coronavirus
Sánchez y la presidenta de la Comunidad de Madrid acuerdan crear grupos de trabajo para hacer frente a la pandemia. Refuerzo de sanitarios, control en Barajas y apoyo del Ejército sobre la mesa
La reunión entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso supone para Moncloa un «punto de inflexión» en su enrarecida relación. Una suerte de tregua motivada por las circunstancias que vive la Comunidad de Madrid y que les ha obligado a ambos a abandonar la pugna partidista para lograr el objetivo común de «doblegar la curva». «Ambos somos conscientes de que esta es una lucha epidemiológica, no ideológica», verbalizó Sánchez. Los datos de Madrid no son buenos y Díaz Ayuso reconoció contemplar la posibilidad de extender las limitaciones a la movilidad y las restricciones en caso de que la evolución siga empeorando. El posicionamiento del Gobierno central es de estar «al lado» de la CAM, en un perfil subsidiario si el escenario se agravara.
El PSOE convoca una manifestación contra Ayuso mientras se celebraba la reunión
La reunión entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso supone para Moncloa un «punto de inflexión» en la enrarecida relación entre ambos. Una suerte de tregua motivada por las circunstancias, por ese «momento crítico» que vive la Comunidad de Madrid y que les ha obligado a ambos a abandonar la pugna partidista para lograr el objetivo común de «doblegar la curva». «Ambos somos conscientes de que esta es una lucha epidemiológica, no ideológica», verbalizó Sánchez tras un encuentro que definió como «fructífero y constructivo». constructivo». Lo «importante y necesario» de la cita quedó patente en la forma: con una escenografía cuidada al detalle y dotada de la máxima institucionalidad, y en el trasfondo político de un acuerdo que, aunque vacío de contenido específico –no se avanzaron medidas concretas en él–, sí supone una declaración de intenciones, con la creación de un «espacio de colaboración» que ambas administraciones abrirán en el futuro. Este pacto rubricado entre Moncloa y Sol era prácticamente obligado para certificar el éxito de la cita y en él habían trabajado los gabinetes de sendos presidentes durante el fin de sepueda mana. Todo estaba listo para que Sánchez y Ayuso le pusieran el broche final. No en vano, se anunció antes de haberse agotado la primera de las dos horas de reunión.
Con el encuentro, Sánchez quiere visualizar que la demanda de «arrimar el hombro» que exige al PP empieza por él mismo, frente a lo que considera un «no a todo» de Pablo Casado. En este sentido, su vocación de poner «a disposición de la Comunidad de Madrid» todos los recursos que puedan necesitar para hacer frente al avance del virus, pretende desbaratar el argumento con el que le atacan desde el principal partido de la oposición, acusándole de haberse desentendido de la gestión de la crisis, inhibiéndose de su responsabilidad en favor de las Comunidades Autónomas. Sin embargo, en Moncloa son cautelosos en este aspecto y se cuidan mucho de dar cualquier paso que hacerles corresponsables de la gestión que está haciendo Díaz Ayuso. Marcan distancias porque no consideran que las medidas que se han tomado hasta ahora sean suficientes, como aseguran miembros del Ejecutivo en privado. Esto se deduce también de las palabras del propio Pedro Sánchez durante la comparecencia posterior a la reunión, en la que evitó respaldar explícitamente las restricciones del Gobierno regional. «Deseamos de corazón que sean suficientes para revertir esta tendencia», se limitó a señalar.
La presidenta madrileña insistió en la necesidad de que el Go
Realizaron avances en el refuerzo sanitario y de rastreadores y en la ayuda de las Fuerzas de Seguridad
bierno central se implique en la lucha de esta región contra el virus. Y reclamó en varias ocasiones «el paragüas nacional». También pidió en presencia de Sánchez aparcar el «activismo». Planteó esta exigencia al tiempo que los socialistas de Madrid se sumaban a la convocatoria de una manifestación contra el Gobierno de Madrid para el próximo domingo.
Los datos de Madrid no son buenos y Díaz Ayuso reconoció contemplar en las próximas semanas la posibilidad de extender las limitaciones a la movilidad y las restricciones en las actividades a otras zonas de la región, distintas de las 37 áreas de salud en las que han entrado hoy en vigor, en el caso de que se demuestren eficaces durante estas dos próximas semanas y en el caso de que otros barrios de la capital y otros municipios experimenten un incremento preocupante de los casos. De hecho, hoy mismo se actualizará el informe epidemiológico sobre la evolución de los contagios en los 21 distritos de la capital y en sus 131 barrios así como en el resto de municipios de la región y todas las previsiones parecen apuntar a que habrá zonas básicas de salud que superen el umbral de los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Fuentes de la Consejería de Sanidad, sin embargo, reconocen que un incremento de las zonas con un alto nivel de contagios mañana no implicaría una extensión inmediata de las limitaciones.
Desde el entorno de la presidenta madrileña sí reconocen que en la reunión de la mañana con Sánchez se produjeron avances importantes en lo que tiene que ver con la colaboración de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y también en el refuerzo sanitario y de los rastreadores en la Comunidad de Madrid. Ambas cuestiones deberán concretarse en los próximos días en el grupo de trabajo y las unidades de apoyo creadas a este efecto.
El posicionamiento del Gobierno central es de estar «al lado» de la CAM, casi detrás, en un perfil subsidiario en caso de que se requiera medidas agravadas. «Estamos listos para contemplar otros escenarios, si fuera preciso», advirtió el presidente, en la línea de aplicar más restricciones en el territorio, dentro del catálogo recogido en el Plan de Respuesta Temprana que se aprobó en un consejo interterritorial antes del verano. Sánchez reconoció que «será la evolución del virus la que marque los pasos a dar» y que, en cualquier caso, siempre serán «proporcionales a la envergadura del desafío». ¿Cabría entonces la declaración de un nuevo estado de alarma? En Moncloa aseguran que Sánchez no se lo ofreció a Díaz Ayuso más allá del pronunciamiento ya explicitado por el presidente del Gobierno hace días desde Moncloa, en el que emplazaba a cualquier presidente regional que lo requiriese a pedirlo. Una petición que el Gobierno regional rechaza por asimilarlo al «desastre económico».
En el Ejecutivo central se parapetan en las «competencias» de la Comunidad de Madrid, para despejar el liderazgo de la crisis hacia Díaz Ayuso. «Es quien tiene que tomar las decisiones porque es a quien le competen», resuelven. La labor de Moncloa se basa en una «voluntad de ayudar y colaborar y no de evaluar, valorar o enjuiciar» la gestión de la Comunidad de Madrid. «Estoy aquí para traer el apoyo y el respaldo a Madrid del conjunto de toda la ciudadanía de España», destacó el presidente, apuntando que «Madrid exige un plan especial por su idiosincrasia». No obstante, aunque no se quiera participar en la gestión, sí se apunta hacia dónde deben ir los recursos que se pongan a disposición desde el Estado: más centrados en «robustecer la Sanidad y la Atención Primaria, así como el rastreo de casos» y no tanto en controlar los movimientos de los ciudadanos confinados.