DEUDA MARCIANA
LaLa misión de Perserverance es encontrar rastros de vida en Marte, de hoy o del pasado. Cuando analice la superficie de Marte con la esperanza de encontrar micoorganismos de hace miles de millones de años, podría encontrar sorpresas. Por ejemplo, descubrir los asientos de la deuda pública de los Reyes Católicos, las promesas a los Fúcares de su nieto Carlos o los juros sin pagar de su bisnieto Felipe II.
La deuda pública de España ha vuelto a alcanzar cotas estratosféricas que llegarían hasta nuestro hermano estelar. Es la demostración de la perseverancia de los administradores españoles en el gasto, ahora bajo la dirección del tándem Sánchez-Iglesias y con la
COVID de escenario. Nuestra deuda pública supera el 117% del PIB, no puede ser buena noticia aunque lo proclame la vicepresidenta Calviño por no llegar a las previsiones. Habrá que sumar el déficit de este año, las insolvencias y los impagos de los créditos ICO.
El propio Gobierno es consciente de que nos beneficiamos del doping que dispensa el BCE. Estamos en manos de Fráncfort. Debemos 1,3 billones públicos y 300.000 millones los adquirió Lagarde. Su antecesor en el cargo, Mario Draghi, es ahora primer ministro italiano y lo primero que ha prometido son reformas profundas en la economía. Nos meterá más presión para los ajustes futuros con una economía y política renqueantes. Italia funcionaba como Júpiter, su tamaño y poder gravitatorio atraía la atención y los meteoritos. Pero Draghi no es un marciano, sabe cómo funcionan los mercados y su estela dejará al descubierto nuestro enorme agujero negro contable.
«El propio Gobierno es consciente de que nos beneficiamos del doping que dispensa el BCE»