La venganza de Tuchel
El técnico alemán mete al Chelsea en la final, donde no estará el PSG de Neymar y Mbappé, equipo que lo despidió en Nochebuena
Thomas Tuchel jugará la final de la Champions League y el PSG no. Lo que hace unos meses era algo literalmente imposible, porque el alemán era el entrenador del conjunto francés, se convirtió en realidad. A Tuchel lo despidieron el día de Nochebuena después de un irregular recorrido en la Liga francesa (tampoco están líderes ahora, pero sí segundos, aunque dependen del Lille) y de ciertas discrepancias con la directiva. El preparador dijo en una entrevista que parecía que no se había valorado la final de la Champions que disputaron en agosto, sólo frenados por el imponente Bayern Múnich en un partido más cerrado de lo que podía parecer en un principio, tal y como estaba el equipo alemán. Lo echaron de forma fulminante, lo separaron de Neymar y Mbappé y ahora es él el que ríe mientras la prensa francesa carga contra sus estrellas, cuyo futuro no se sabe dónde está.
Al Chelsea tampoco le iba bien con Lampard, la leyenda, en el banquillo y recurrió a Tuchel, que en poco tiempo ha dado solidez al equipo que, por otro lado, más dinero gastó en fichajes, casi 250 millones. Desde luego, no es un grupo espectacular, pero sí bien armado. «La roca», se ha venido repitiendo los días previos al enfrentamiento con el Real Madrid, aunque también sabe jugar. El conjunto de Zidane le ha marcado un gol en un córner y en la ida no logró hacerle más ocasiones, más allá de un tiro al palo de Benzema que fue una genialidad, no una acción elaborada. En la vuelta, Mendy paró el disparo y el cabezazo del atacante francés, todo en la primera parte. Tras el descanso, ni una opción, pese a la necesidad. El Chelsea defendió bien tanto presionando como metido atrás.
En medio año, ha montado un equipo sólido que puede ganar la FA Cup (eliminó al City) y la «Orejona»
Tuchel lamentaba las ocasiones desperdiciadas a la contra: Werner (mal pase), Mount (fuera), Havertz (parada de Courtois), Kanté (corte milagroso de Valverde). Lo mismo sucedió en el partido de ida. Manos a la cara del técnico, un grito a los cielos... De hecho, después del encuentro del Di Stéfano lamentó el 1-1, que le pareció corto. Pasó un mal rato el alemán, sólo respiró al final, con el segundo, de Mount. Ha metido a su equipo en la gran final. En otra gran final, pues también va a disputar la de la FA Cup (contra el Leicester), tras haber eliminado en semifinales al Manchester City. Precisamente el equipo de Guardiola será su oponente en la pelea por la «Orejona».