¿TIENE FUTURO UNIDAS PODEMOS SIN EL LIDERAZGO DE PABLO IGLESIAS?
A FAVOR
La renuncia de Pablo Iglesias a todos sus cargos de representación política era un opción factible que el partido debía tener madurada desde el momento en que incluso designó su heredera, Yolanda Díaz
Sucesión ordenada
La dimisión ante una concatenación de malos resultados electorales y una dinámica recesiva es una circunstancia habitual e incluso saludable. Con Yolanda Díaz de sucesora, hay planteado un proceso de sucesión organizado y ordenado que evitará indeseables luchas por el poder que simpre aceleran pulsos autodestructivos en los partidos.
Base electoral
La realidad es que, pese a no cumplirse las expectativas de la irrupción de Iglesias en la campaña madrileña, Unidas Podemos ha crecido en votos y diputados en la Asamblea regional. Existe, por tanto, una base de electores suficiente como apuntalar un proyecto de recuperación.
EN CONTRA
El portazo de Pablo Iglesias es un empujón al abismo de lo desconocido a una formación sometida a los designios de un fuerte liderazgo del que ahora se ve huérfana. Un rebaño sin pastor y sin sendero.
A imagen y semejanza
Asegurar que Unidas Podemos es Pablo Iglesias puede parecer una exageración, pero no es así. Él se encargó de eliminar de su camino a cualquier voz disidente que pudiera no ya hacerle sombra, sino tan siquiera generar debate en una organización de naturaleza asamblearia que tornó soviética. Iglesias laminó toda oposición interna y acaparó el poder. Una naturaleza política caudillista sin caudillo...
La sombra de Más Madrid
Nacido para liderar o influir, pero nunca para convertirse en un subordinado del Más madrid de Errejón, uno de los purgados en los aquelarres podemitas. La irrelevancia política de un atrezo lo convierte en una naturaleza política muerta.