A falta de una pieza
Director: Rodrigo García. Guión: R. García, Eli Saslow. Intérpretes: Glenn Close, Mila Kunis, Stephen Root, Chad Lindberg, Joshua Leonard. EE.UU, 2020. Duración: 100 minutos. Drama.
Es plausible que Molly, la yonqui, y su sufrida madre Deb, pudieran haber protagonizado una de las historias de «Cosas que diría con solo mirarla» o un epílogo apócrifo a «Madres e hijas». En «4 días» Rodrigo García vuelve a cultivar esa mirada observacional, realista, muy en sintonía con cierta narrativa norteamericana, que busca en las vidas anónimas el drama del detalle. El suyo es un cine que aspira a la delicadeza, muy apoyado en los actores, que, lamentablemente, no tiene mucho que decir cuando hablamos de puesta en escena, a menudo funcional. Es evidente que García responde mejor en las distancias cortas, en el cine episódico, que, como es el caso, en el largo telefílmico. Encontrarán lo que se esperan de una película que habla sobre ¿la complejidad? de las relaciones maternofiliales a la luz del enésimo proceso de desintoxicación desintoxicación de una heroinómana: la culpabilidad de la madre, los reproches inseguros de la hija, la sobreprotección, el miedo a la recaída… Pensábamos que García era un poco más cuidadoso con los guiones, que no le gustaba caer en tópicos que podían pillarlo en un deshonroso descuido, pero «4 días» no sabe sortearlos con eficacia. Close y Kunis hacen lo que pueden con tanto cliché, pero solo logran que entendamos el colorido, matizado rosario de emociones de su relación cuando sus miradas y sus gestos abrazan una sincera ambigüedad. Es decir, cuando al puzzle que intentan terminar le falta una pieza y solo queda destrozarlo otra vez para volver a empezar sin tener la seguridad de que la imagen que resulta de tan ímprobo esfuerzo calmará el tormento de su espíritu.