Cazan tapires, se tatúan la boca y graban a sus enemigos
La tribu Uru-Eu-Wau-Wau incorpora esta tecnología a sus ancestrales ritos para proteger su paraíso natural
Cerca de 31.000 focos arrasaron la Amazonia en agosto de 2019. El fuego es, sin duda, uno de los principales peligros a los que se enfrenta este pulmón del planeta. Según el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE), la deforestación en el bioma se disparó un 85% el pasado año hasta alcanzar los 9.165 kilómetros cuadrados, su mayor nivel desde 2016. Lo curioso es que diversos informes de organizaciones medioambientales ya han denunciado que detrás de este problema se encuentran redes mafiosas que comercian ilegalmente con madera, minerales y ganado, y, además, amenazan a las comunidades indígenas que viven en este territorio. A pesar de los malos augurios, aún hay gestos que animan a tener esperanza: la tribu UruEu-Wau-Wau se ha convertido en un adalid improvisado en esta zona gracias a su estrecha colaboración con diferentes oenegés. Este pueblo de la región de Rondônia (Brasil) está utilizando drones para rastrear la selva tropical y evitar que se sigan cometiendo delitos en sus parajes. Como curiosidad, sus integrantes son cazadores-recolectores que utilizan el veneno de la corteza de ciertos árboles para apresar tapires y otro tipo de animales. También son conocidos por los llamativos tatuajes de tinta vegetal que lucen alrededor de sus bocas. Lo que sumado al uso que hacen de la tecnología para salvar su casa, los convierte en una especie de superhéroes a la altura del Lobo Rojo de Marvel.
La iniciativa nació de la mano del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la asociación Kaninde, que les enseñaron a dirigir estos artefactos y mapear áreas de difícil acceso. Las mismas que hoy perpetran los delincuentes para llevar a cabo sus actividades ilegales. Actualmente, cuentan con 19 en su poder. ¿Pero qué hacen con las imágenes que obtienen? Las envían a las autoridades como parte de una denuncia. Una actividad que ya está dando sus frutos: por ejemplo, así descubrieron que se estaba deforestando un área superior a las 200 hectáreas cerca de su territorio.
«El clan del águila arpía»
A los Uru-Eu-Wau-Wau se les conoce como «el clan del águila arpía» por su tradición de utilizar enormes plumas para fabricar flechas de caza y tocados. No obstante, desde su primer contacto con el mundo exterior en 1981 han ido introduciendo distintos avances electrónicos en sus singulares costumbres. Ese es el caso de la electricidad, que ya alimenta a cuatro poblados. Además, tal y como recoge la ong Survival, aunque los derechos territoriales de la tribu fueron reconocidos una década después, a los activistas aún les preocupa que no se esté haciendo lo suficiente para preservar sus raíces: los indígenas aislados son los más vulnerables del planeta, de ahí que haya que protegerlos si se quieren evitar nuevas catástrofes.