LAS RENOVABLES, RIQUEZA PARA LA ESPAÑA RURAL
La empresa andaluza Rolwind ha participado en más de 210 parques eólicos y más de 60 plantas fotovoltaicas, a nivel nacional e internacional
FrenteFrente a la creciente tendencia que pone en duda los beneficios que las energías verdes dejan en nuestros campos agrícolas, la dilatada experiencia de compañías como Rolwind, con más de 300 proyectos y dos décadas trabajando sobre el terreno, aporta argumentos contundentes y apegados a la realidad de los agricultores.
En estos últimos años, las energías renovables han experimentado un «boom» extraordinario en España, en todos los niveles. Una fuente de energía absolutamente necesaria y urgente para salvar el medio ambiente, reducir el gasto energético de particulares y empresas e impulsar la economía de nuestro país. Todo era positivo en lo referente a las energías verdes y todos (sociedad civil, administración, grandes empresas, inversores, agricultores) estaban de acuerdo en que eran el futuro perfecto. Sin embargo, esta tendencia positiva ha ido cambiando en los últimos tiempos, especialmente en determinados entornos. Se habla ahora de «burbuja verde»; de implantación exagerada de parques fotovoltaicos y eólicos en nuestros campos; de impacto visual y alteración del paisaje; incluso de perjuicio para el medio ambiente y para el mundo rural. Pero esta percepción negativa de las energías renovables en nuestros campos es errónea, puesto que la realidad es otra bien distinta.
El campo español
Lo cierto es que la agricultura española, en la actualidad, vive en un estado de incertidumbre por la situación del campo. Agricultores y propietarios sienten que el sector agrícola es el gran olvidado en nuestro país, sentimiento generalizado que los profesionales de Rolwind conocen de primera mano. Se trata de un problema que se ha ido agravando con los años y que tiene difícil solución a corto plazo. La alternativa está en la convivencia entre agricultura y tecnología.
En efecto, la implementación de parques solares, eólicos o plantas de hidrógeno verde es para la España agrícola una alternativa económica rentable, segura y a largo plazo, tanto para grandes latifundistas como para pequeños propietarios. Dedicar unas pocas hectáreas de su terreno a las energías renovables supone una renta importante y garantizada durante 30 o 40 años, sin esfuerzo, sin sacrificios, sin incertidumbres; sin depender de la lluvia, las heladas o las especulaciones del mercado. Esto significa dar estabilidad a la familia que vive del campo durante al menos dos generaciones. Por eso, para la mayoría de los agricultores españoles, las energías renovables son oro caído del cielo.
La experiencia de Rolwind
Esta empresa española lleva dos décadas trabajando sobre el terreno, conociendo a los agricultores uno a uno, sus necesidades, sus preocupaciones, sus expectativas... Negociando en cada región, en cada comarca, en cada finca, con cada ayuntamiento y cada propietario. Sabe que una explotación fotovoltaica, eólica o de hidrógeno verde garantiza a cualquier familia unos ingresos fijos que no puede asegurar la agricultura. Es un plus para su economía, una fuente de riqueza inagotable y limpia.
Esta empresa andaluza es de las pocas compañías en España que integra en sus proyectos de plantas fotovoltaicas todos los servicios básicos del proceso: proceso: real state, gestión, tramitación, legalización e ingeniería. Un proceso que comienza con la localización de enclaves óptimos, el análisis pormenorizado de todos los elementos afectos, capacidades técnicas de conexión... Hasta que no se ha estudiado todo a conciencia no se procede al acuerdo. Es un proceso de tramitación y legislación tan minucioso y exhaustivo que no siempre supera los exigentes controles de las diferentes Administraciones Públicas, prueba de que el control y la vigilancia son absolutos a la hora de implementar las energías renovables en el entorno rural.
Apostar por las energías verdes en el campo también supone revalorizar las tierras y, por tanto, frenar la especulación. Esto es un aliciente para que la siguiente generación, menos arraigada y sacrificada, decida mantener la propiedad. Estamos hablando pues de una nueva fuente de riqueza y repoblación para la España deshabitada, ya que fija población tanto por empleos directos en la construcción y el mantenimiento, como por ingresos de los ayuntamientos en impuestos anuales; y además, evita los excesos y el crecimiento desproporcionado, ya que existe un férreo control por parte de la Administración Pública.
La única alternativa
Para conseguir una España verde es fundamental priorizar las energías limpias de cara a los objetivos 2030. También se podría aprovechar esta gran oportunidad para liderar el mercado de las renovables en Europa, lo que implicaría a su vez convertirse en una importante fuente de riqueza, ya que se dejaría de importar la mayor parte de la energía que consumimos para pasar a venderla a terceros. España tiene muchos puntos a favor para lograrlo: el «recurso sol», amplios espacios de secano, seguridad jurídica, profesionales cualificados, el interés de países del norte de Europa o incluso de EEUU, y empresas comprometidas, como es el caso de Rolwind. Esta compañía lleva dos décadas liderando la revolución verde en España y dispone actualmente de acuerdos con más de 9.000 hectáreas en el sur de España y 3.000 en negociación.