Los obispos catalanes reclaman «medidas de gracia» que respeten la Justicia
Evitan usar el término «indulto» y piden «imaginar una solución satisfactoria»
Desde la Conferencia Episcopal Tarraconense piden «renuncias» a los políticos y un diálogo «serio, capaz y abierto»
Con la vía libre a los indultos por parte de La Moncloa a la vuelta de la esquina, los obispos catalanes reclaman «diálogo» y «medidas de gracia» para salir de las actuales «situaciones de conflicto». Así lo expresaron en una nota elaborada durante la reunión celebrada ayer de la Conferencia Episcopal Tarraconense, el organismo que aglutina a las diez diócesis de la región.
En el documento, los pastores evitan utilizar el término «indulto» y, según ha podido confirmar LA RAZÓN, se elude el vocablo en tanto que no se busca entrar en el debate partidista, sino ofrecer orientaciones en aras de la cultura del encuentro que promueve el Papa Francisco. De esta manera, fuentes eclesiales aclaran que dar por hecho que los obispos catalanes están a favor de los indultos «per se» iría mucho más allá de lo que expresa el documento aprobado. «Ni blanco ni negro, sino todo lo contrario», dejan caer.
De esta forma, el documento que respaldan desde el presidente de la Tarraconense, Jaume Planellas, al presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal de Barcelona Juan José Omella, señala, literalmente, que «como hemos afirmado en numerosas ocasiones, nos mostramos convencidos de la fuerza que tienen el diálogo y las medidas de gracia en todas las situaciones de conflicto».
De esta manera, los obispos catalanes optarían por la vía Garamendi, formulada en las últimas horas por el presidente de la CEOE. Así, el líder de los empresarios españoles habría dado la bienvenida a los indultos, siempre y cuando se enmarquen dentro de la Constitución y el respeto de la ley, y formen parte de un conjunto de acciones que verdaderamente verdaderamente permitan que «las cosas se normalicen».
«Somos conscientes, porque ya nos ha pasado anteriormente, de que nos van a denostar unos y otros, porque de un lado pensarán que nos hemos quedado cortos y otros mantendrán que nos hemos pasado con lo que decimos», exponen desde el Episcopado catalán, que encajan todas estas críticas con un convencimiento: «Nosotros estamos al servicio de todos los catalanes, piensen lo que piensen y nos sentimos llamados a buscar la comunión entre todos desde una solución dialogada».
Así se refleja en el nuevo documento de la Tarraconense, que no hace sino sintetizar lo ya expuesto por los prelados en otro comunicado de octubre de 2019. Entonces, como ahora, apuntan que el diálogo «como vía efectiva» exige «algo más que la aplicación de la ley», a la vez que recuerdan que ha de hacerse «respetando la justicia». Junto a estas condiciones, los representantes de la Iglesia catalana exigen a los políticos un diálogo «serio, capaz y abierto» que implica «renunciar a las propias exigencias para encontrarse en el camino con las renuncias del otro».
Con estas premisas, desde la Tarraconense se plantea lo mismo a Pedro Sánchez que a Pere Aragonès que aúnen esfuerzos para «imaginar una solución satisfactoria que se aleje de actitudes inamovibles que no ayudan a construir armónicamente la sociedad».