De paseo por Gales junto al irreverente Dylan Thomas
Ser considerado un escritor maldito es duro si estás vivo, además de poco habitual, pero es todo lo contrario si naces en Gales en 1914, emigras a América y mueres en Nueva York en 1953, como le sucedió a Dylan Thomas. Pero todavía falta otro «tour de force», que un cantante con un nombre poco comercial decida llamarse Bob Dylan y convierta las letras de los poemas de Thomas en ese tipo de canciones tristes que marcan a una o a varias generaciones. Entonces se ha alcanzado el gran momento: tenemos dos mitos. Este libro, ameno y bien documentado, sigue con fervor el rastro de un escritor de culto que ha influido en numerosos poetas. Bertazza sigue sus huellas con la pasión y el buen hacer de los grandes investigadores y el resultado es un apasionante viaje al Gales de Thomas y a la reconstrucción de su